Alimentos sostenibles

Cuidar del medioambiente es algo que es indiscutible. El planeta Tierra es nuestro hogar, el único que podemos habitar, por tanto debemos cuidarlo e intentar preservarlo lo mejor que podamos, y así que las generaciones venideras puedan disfrutar de él como lo estamos haciendo nosotros ahora mismo. Un mayor uso de alimentos sostenibles puede ser una buena solución para cuidar de nuestro planeta, que la huella ecológica sea menor y al mismo tiempo cuidar también de nuestra salud con dietas personalizadas.

Entiendo que es complicado, que no podemos hacerlo todo a la perfección, ya que no somos súper humanos, y no todo está en nuestras manos. No se trata de sentirnos culpables por todo aquello sobre lo que no podemos influir, pero si hay pequeños gestos que pueden contribuir a cuidar del medio ambiente o a que el impacto sobre él sea el mínimo posible.

¿Cómo podemos colaborar con el medioambiente a través de alimentos sostenibles?

La alimentación sostenible es una buena forma de contribuir a cuidar el medioambiente. Aunque pueda parecer que no, el consumo de alimentos sostenibles es una solución asequible en cierto modo, una buena oportunidad a nuestro alcance, en mayor o menor medida. Si aprendemos a escoger mejor los alimentos que comemos, podemos por ejemplo disminuir la huella de carbono o promover una economía más equilibrada y sostenible.

Es necesario entender que la alimentación sostenible debe ser una tendencia común y no ser entendida como un modelo de alimentación individual. Es nuestra responsabilidad comprender que si queremos garantizar nuestro bienestar y el de las generaciones futuras, debemos comprometernos en esta tarea en el presente.

El impacto de los alimentos sostenibles

Son diversas las formas con las que a través de nuestra alimentación podemos colaborar de forma activa en cuidar del medioambiente. Está en nuestra mano poder actuar en todo aquello que nos sea posible. Por poco que sea, todo granito cuenta, y la suma de muchos actos pequeños puede tener grandes repercusiones.

Para tener una dieta para adelgazar más sostenible podemos:

  • Elegir productos locales y de temporada: comprar alimentos de cercanía y de temporada hace que sean productos más frescos y nutritivos, y además se reducen las emisiones de transporte, ayudando a que el impacto medioambiental sea menor. La cercanía del producto se debe considerar a la hora de comprar. Imagina que quieres comprar un alimento ecológico proveniente de Australia. Por muy ecológico que sea, traerlo hasta aquí ha generado una huella grande, por lo que puede ser mejor comprar uno de cercanía, aunque no parezca “tan ecológico” de primeras. Por supuesto, si es ecológico y de cercanía, mejor que mejor.
  • Desperdiciar menos alimentos: aprender a comprar de forma más responsable ayuda a que haya menos desperdicios y exista un mayor aprovechamiento de los alimentos que se disponen por y para la población. Es necesario buscar el equilibrio también en la producción y así reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero. Aprender a comprar lo que se necesita y no comprar por comprar, consumir lo que ya tenemos. En conclusión, ser más conscientes de nuestros patrones de consumo y trabajar en mejorarlos en todo lo que podamos.
  • Reducir el consumo de carne:  para producir carne se necesitan muchos recursos (hídricos, energéticos) y se genera mucha contaminación como consecuencia. No se trata de eliminar el consumo de carne de la dieta, si no consumirla con más cabeza. Intentar elegir carnes de granjas sostenibles, ya que trabajan en conservar mejor los recursos hídricos y utilizan técnicas más respetuosas con el medio ambiente y con los animales, y hacer un consumo moderado puede contribuir a que haya menor impacto ambiental. Una dieta más rica en vegetales disminuye significativamente la huella ecológica.

Una dieta saludable es el camino hacia la sostenibilidad

Llevar una alimentación equilibrada y saludable tiene muchos beneficios para nuestro cuerpo. Contribuye, entre otras cosas, a evitar enfermedades relacionadas con la alimentación, como pueden ser las dolencias cardíacas, la obesidad y la diabetes. Si a los beneficios para nuestra salud le sumas los beneficios para el medioambiente, está claro que seguir una alimentación sostenible es un win win.

Planificar la alimentación y elaborar la lista de la compra teniendo en cuenta de lo que ya disponemos en casa y de lo que necesitamos realmente para comer esos días no solo va a ayudar a comer de forma más equilibrada y consciente, si no que la cantidad de desperdicios y alimentos que tiramos a la basura será menor. 

Otro aspecto a considerar, bueno para nuestro organismo y para el medioambiente, es la reducción del consumo de carnes rojas y procesadas y aumentar el consumo de frutas y verduras. Disminuir el consumo de carnes procesadas

El envase también es otro punto a tener en cuenta. Cuanto menos envoltorios plásticos lleven los productos que compramos, más respetuosos estarán siendo esos alimentos con el entorno. Si nos fijamos, los vegetales frescos suelen presentarse sin envoltorio (su propia piel/cáscara) mientras que los ultraprocesados llevan más cantidad de envases. Y por supuesto, no hace falta recordar que como composición nutricional, los ultraprocesados son poco saludables y se deben consumir con moderación y en cantidades reducidas.

Es necesario entender que el sistema alimentario actual, por muchos avances que haya experimentado y sea exitoso en algunos aspectos, no es sostenible. Además, no debemos olvidar que millones de personas siguen pasando hambre cada día, con lo que está claro que algo no funciona y que algo debemos hacer para que no existan tantos desequilibrios a este nivel: personas sin acceso a la comida y personas desperdiciando alimentos. 

Se tiene que trabajar en un desarrollo sostenible en general, que incluya una alimentación sostenible, donde se busque respetar la biodiversidad y los ecosistemas. Con una dieta más sostenible, se gastaría menos agua y se reduciría la contaminación de ríos y zonas costeras a causa de la ganadería o el cultivo de alimentos para animales.

Cuidar del medioambiente es una responsabilidad ineludible para garantizar el bienestar de las generaciones futuras, y la alimentación sostenible se presenta como una solución accesible y efectiva. Optar por productos locales y de temporada, reducir el desperdicio de alimentos, y moderar el consumo de carne son acciones concretas que disminuyen la huella ecológica y promueven una economía más equilibrada. Además, estas prácticas no solo benefician al planeta, sino que también favorecen nuestra salud, al fomentar dietas más saludables y equilibradas.

El sistema alimentario actual necesita transformarse hacia un modelo más sostenible, que priorice la biodiversidad, respete los ecosistemas y reduzca el impacto ambiental. Elegir alimentos con menos envoltorios plásticos, planificar las compras y apostar por una dieta rica en frutas, verduras y productos de proximidad son pasos hacia este objetivo. Asimismo, una alimentación sostenible puede ayudar a mitigar desequilibrios globales, como el desperdicio de alimentos y el hambre.

En definitiva, adoptar hábitos alimenticios sostenibles es una oportunidad para contribuir activamente al cuidado del medioambiente y promover un futuro más justo y saludable. Es un esfuerzo colectivo que requiere compromiso, pero cuyos beneficios repercutirán en el planeta y en nuestra calidad de vida. Por lo tanto, es necesario que entendamos que debemos luchar juntos, que muchas acciones repartidas a lo largo del mundo tienen repercusiones globales, y que es el mejor camino para proteger nuestra casa, nuestro planeta.

Alimentos sostenibles
Estudié Nutrición Humana y Dietética en la Universidad de Alicante y Ciencia y Tecnología de los Alimentos en la UPV. A lo largo de los años me he dado cuenta que ayudar a las personas a mejorar sus hábitos alimentarios y su día a día es lo que más me gusta de este trabajo, lo que me motiva a seguir con fuerza cada día.