Hoy en día somos muy conscientes de la importancia que tiene la alimentación para tener una correcta salud, pero aun cobra mayor importancia durante el embarazo para garantizar un buen desarrollo del mismo. 

Durante el embarazo debemos de tener en cuenta los cambios que suceden en nuestro cuerpo, ya que las necesidades nutricionales aumentan y cambian, necesitando, por ejemplo, una mayor cantidad de hierro, yodo, calcio o de ácido fólico. También se necista aumentar la cantidad de proteínas, minerales y vitaminas.

Pero, por otro lado, también solemos tener muchas dudas, ya que gracias a la ciencia, conocemos los riesgos que conlleva comer alimentos crudos sin una correcta limpieza previa, lácteos sin pasteurizar, o carne o pescado poco hechos para nuestro futuro bebé. Se requiere unas pautas higiénico sanitarias para tener un embarazo seguro. 

Además, de que nos podemos encontrar con un embarazo que nos produzca nauseas o vómitos, que las olores las sintamos muy fuertes y nos provoque eliminar de nuestra alimentación ciertos alimentos, o sin embargo, que tengamos mucha hambre y queramos estar todo el día comiendo. Todo esto tenemos que aprender a gestionarlo para reducir los síntomas y de este modo encontrarnos mejor y poder disfrutar de nuestro embarazo.

Es muy común que se sufra estreñimiento durante estos meses, puesto que se producen cambios en el aparato digestivo. Estos cambios en el funcionamiento de los intestinos son los causantes también de los ardores, nauseas, vómitos y reflujo o acidez. Dependiendo de cual es tu caso, la alimentación y las pautas deben de ir acorde. 

De todos modos, debes de recordar que durante el embarazo no hay que seguir una dieta especial, se debe de mantener una alimentación variada y equilibrada. Si hasta entonces no has dado el paso de cuidar lo que comes, quizá sea un buen momento para fijar unos buenos hábitos alimentarios y que puedas seguir manteniendo una vez transcurrido el embarazo. 

Una vez eres madre y por lo tanto has llegado a la maternidad, necesitas recuperarte del parto, haya sido natural o cesárea, donde es muy común tener anemia, lo cual esto dificulta la producción de la leche en la fase de lactancia. Es un factor muy importante a tener en cuenta. 

Durante esta fase, la lactancia, en la alimentación ya no hay tantas limitaciones en cuanto a los alimentos crudos y demás, pero si que sigue siendo recomendable ir con cuidado con la ingesta de mercurio y evitar lo máximo posible el alcohol, ya que llega a la leche y puede ser ingerido por el bebé. 

a modo de resumen, imprescindible comer frutas, verduras y hortalizas de temporada a diario para aportar variedad de vitaminas y minerales, además de ser nuestras fuente principal de fibra alimentaria. Ser conscientes de llevar una correcta hidratación porque además, si das pecho, te producirá un aumento en la sensación de sed. Y que tu alimentación sea variada y equilibrada, aumentando el consumo de proteínas de origen vegetal y reduciendo las de origen animal. 

Cuidarte es cuidarle desde el primer momento.