Durante el primer año de vida de los bebés el alimento principal es la leche, ya sea leche materna o de fórmula. Pero a partir de los 6 meses, ya se necesita añadir alimentación complementaria para bebés. Que como muy bien indica su nombre, es complementaria a la leche y no debemos reducir sus tomas.

Por lo tanto cualquier alimento sólido o líquido distinto a la leche ya se considera alimentación complementaria, pero siempre recordando que hasta los 12 meses la mayor fuente de energía y nutrientes es la leche. Los alimentos sólidos que vayamos a empezar a ofrecer a nuestros pequeños deben ser sanos para que desde el inicio lleven una alimentación saludable.

Como supongo que ya sabrás, los niños actúan por imitación, por lo tanto la alimentación de toda la familia debe ser saludable. En caso de que no sepas si tu alimentación es sana y adecuada para ti y todos los tuyos, te recomiendo que te pongas en contacto, con nosotras ya que te ofrecemos dietas para adelgazar por nutricionistas para que te hagamos una valoración personalizada y te asesoremos según la etapa de la vida y la actividad física que realices, de tal modo que ayude a prevenir al mismo tiempo el deterioro cognitivo.

Con los cambios que te propongamos, seguro que en poco tiempo notas una mejora en tu calidad de vida. 

Alimentación complementaria para bebés: Recomendaciones

Es importante que quede claro que la introducción de nuevos alimentos nunca tiene que sustituir a la leche, así que siempre que empecemos a alimentar a nuestro pequeño o pequeña debemos de ofrecer primero el biberón o el pecho para que se tomen su toma completa de leche, y posteriormente ofrecer los alimentos sólidos nuevos para complementar su alimentación y sus necesidades.

Aunque parezca que introducir la alimentación complementaria sea solo para alimentar, en realidad también es un proceso de aprendizaje, ya que desde el inicio les estamos enseñando a mantener unos hábitos que van a poder mantener durante la edad adulta.

Por lo tanto, es de vital importancia que estos hábitos sean saludables y acostumbremos desde el inicio a que la base de la alimentación sean frutas, legumbres, verduras y hortalizas, así que haya una mayor presencia de alimentos de origen vegetal que de origen animal para obtener una gran variedad de vitaminas y minerales.

Los cereales integrales son recomendables también desde el inicio de la alimentación, por lo tanto los hidratos de carbono complejos deben de ser preferiblemente siempre integrales. Por otro lado también se debe prestar especial atención al consumo de grasas para que las grasas saturadas sean menores que las insaturadas, siempre utilizando como base en la cocina aceite de oliva virgen extra.

Llevando una dieta saludable y variada conseguimos aportar todos los nutrientes esenciales como el hierro que en esta etapa es tan necesario. Un recordatorio, cuando demos alimentos ricos en hierro, acompañarlos con alimentos que contengan vitamina C puesto que ayuda a la absorción de este mineral.

Siempre desde la base de que comer es un placer y con estas edades, el mayor placer es jugar, así que debemos de permitirles jugar y experimentar con los nuevos alimentos. Durante este proceso, desde los 6 meses hasta los 3 años, los niños y las niñas descubren nuevos sabores, olores y texturas, con el objetivo de que de manera progresiva el bebé se incorpore a la alimentación de la familia, adecuendo las cantidades a sus necesidades nutricionales. 

A la hora de empezar con la alimentación complementaria asegurate de que el bebé está preparado, para ello tienes que observar que ya no realice el movimiento de extrusión en el cual, mediante movimientos de la lengua expulsa toda sustancia extraña de la boca incluyendo el alimento, también que realice el movimiento de mano-boca con una previa visualización del alimento con los ojos, y que se mantenga sentado solito o solita, no importa si necesita la ayuda de un apoyo con un cojín.

Por otro lado, también debes de anticipar al bebé, ¿cómo? pues sentándose en la trona simplemente para que juegue ahí, dejando los cubiertos de aprendizaje para que se familiarice con ellos y se los lleve a la boca, y que los vea comer para observar si tiene interés por los alimentos.

El momento de comer tiene que ser con un ambiente de tranquilidad, relajado y cómodo, debemos de ser conscientes de que sus ritmos son más lentos y su coordinación no es muy buena todavía, por lo que puede que al principio sea un desastre y la comida acabe por todos lados excepto en la boca, pero poco a poco el desastre será menor. Debemos de tener paciencia y pensar en positivo.

Introducción de los alimentos en la alimentación complementaria

En cuanto a la introducción de alimentos, no existe un orden concreto. Lo que sí que se debe de tener en cuenta es que el se tiene que evitar dar alimentos que tengan riesgo de atragantamiento como frutos secos, manzana cruda, zanahoria cruda, alimentos esféricos o palomitas, por presencia de mercurio como los pescados azules de gran tamaño, por contenido en nitratos como las acelgas y espinacas, y por cantidad de arsénico como la bebida de arroz o tortitas de arroz. 

Actualmente, se dice que se ha puesto de moda el BLW (Baby-Led-Weaning), que son las siglas en inglés de alimentación autorregulada por el propio bebé, donde se le ofrece alimentos directamente sólidos en vez de triturados.

Pero no es una moda, ya que hace años no se disponía de utensilios de cocina para poder hacer triturados o papillas para facilitar la alimentación de los bebés o para evitar el atragantamiento. El BLW consiste en ofrecer al bebé el menú familiar con algunas adaptaciones pero sin llegar a los triturados o purés.

Con este método se le ofrece al bebé alimentos en trozos grandes, deben ser más grandes que el puño del bebé o más largos que su mano, al menos hasta llegar a los 9 o 10 meses que es cuando el bebé empiece a realizar la pinza y podamos ofrecer los alimentos en trozos más pequeños.

Lo bueno de empezar la alimentación complementaria directamente con sólidos es que desde el inicio podemos ofrecer el mismo menú que el resto de la familia, comen ellos solos aunque se ensucien un poco más, aprenden a diferenciar los sabores y las texturas de los alimentos porque se presentan por separado y ellos mismos gestionan cuanto quieren comer y a qué velocidad, por lo que aprenden a llevar una alimentación consciente. Además de que también mejoran las habilidades motrices. 

Nuestro papel como padre, madre o responsable del bebé es exponer al niño o niña a una variedad de alimentos sanos y de temporada, que la hora de comer sea un momento agradable, no debemos de prohibir alimentos, ni forzar a comer, ni utilizar la comida como castigo o premio, pero sobretodo debemos de predicar con el ejemplo llevando una alimentación sana como la dieta mediterranea, y ser pacientes. 

Si ves que en el inicio de la alimentación complementaria juega más que come, no te preocupes porque es normal, ya verás como poco a poco consigue aumentar el consumo de los alimentos y va pidiendo cada vez más cantidad y más comidas al día.