planificar la alimentación

Sabemos que queremos sentirnos bien tanto física como mentalmente. Llevar una dieta saludable nos ayudará con estos consejos para planificar la alimentación. Sabemos que una dieta para adelgazar saludable juega una un papel importantísimo en este aspecto, junto con la práctica de ejercicio físico de forma habitual. Pero, ¿Por dónde empiezo? ¿Cómo puedo hacer para asegurarme de tener una buena alimentación?

Muchas veces no sabemos por dónde empezar para tener una dieta equilibrada, y eso complica la tarea. Lo dejamos para más adelante, y ese día nunca llega. Por este motivo, lo primero que tenemos que hacer es empezar desde ya! Si esperamos al momento oportuno, es muy posible que éste nunca llegue. Seguramente pondremos mil excusas para posponer el cambio. Así que si crees que hay cosas que quieres cambiar/mejorar lo mejor es ponerse manos a la obra ya mismo, aunque sea una tarea bien sencilla como añadir menos sal a tu plato o no añadir azúcar en el café.

Recuerda también que si tienes dudas, los dietistas y nutricionistas existen para estas tareas, y pueden ayudarte a mejorar tu salud a través de la alimentación.

Como todo en esta vida, al principio puede ser todo un poco caótico, pero conforme vas practicando todo sale más sencillo y lo que ahora puede parecer un mundo en unos meses saldrá de forma automática. Por eso es tan importante practicar las cosas. La mejor tenista no lo hizo todo a la primera, si no que es cuestión de “entrenamiento”. Y tener una alimentación saludable requiere entrenamiento también.

Si somos más organizados, sabremos que vamos a necesitar para cada comida, el tiempo que vamos a necesitar para cocinar o descongelar. Así se reduce el estrés del cocinado y se puede disfrutar mucho más de las comidas.

Hay algunas cosas que podemos hacer para planificar la alimentación y tener más confianza en que lo estamos haciendo bien (o por lo menos estamos trabajando en ello).

6 consejos que te pueden ayudar a planificar la alimentación

1. Planificar la alimentación

Elaborar un menú semanal te ayudará a saber que necesitarás comprar y cocinar esos días. De esta forma sabremos que vamos a comer cada día y nos evitaremos esa gran frase: ¿qué comemos hoy?. Si vives en compañía, podéis elaborar el menú entre todos, de esta forma podréis decidir qué platos se van a comer a lo largo de la semana y que estén más o menos a gusto de todas las personas. Así que coge papel y lápiz y empieza a anotar los platos de las semana.

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2. Ve a la compra con una buena lista.

Una buena lista de la compra es el primer paso para comprar bien.

Una vez tengas elaborado tu menú, es momento de hacer la lista de la compra. Revisa lo que tienes en casa y lo que no, y así podrás saber que necesitas comprar. Esto además ayuda a gastar menos dinero y aprovechar bien todo lo que tenemos en casa. Comprar a ciegas muchas veces nos lleva a comprar cosas que no necesitamos y caer en caprichos, que suelen ser además poco saludables.

3. Tener una buena despensa

Una despensa con alimentos saludables y de calidad es también fundamental para asegurar una mejor alimentación. En ella podemos tener: cereales integrales, frutos secos, legumbres en conserva, conservas de pescado… De esta forma, en cualquier momento de apuro podemos hechar mano de opciones saludables para un tentempié o preparar una comida rápida. También es importante que tengamos siempre frutas y verduras frescas en casa. Si dejamos la fruta a la vista y tenemos hambre será mucho más probable que recurramos a ella si la vemos fácilmente.

Si te cuesta evitar las tentaciones, no tengas alimentos poco saludables en ella, como dulces o bollería. Lo mejor para no comerlos es no comprarlos y no tenerlos en casa.

Planifica la alimentación empezando por tus comidas en función a los productos que ya tienes y anota en la lista de la compra los alimentos que te faltan. Esto ayuda a gastar menos dinero y a aprovechar mejor lo que tenemos en casa. Además haciendo revisiones periódicas de nuestra despensa y congelador será más fácil mantenerlo en orden y saber que es lo que tenemos.

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4. Marcar momentos de cocinado

Si no podemos cocinar cada día antes de las comidas, una buena opción es marcar un día o momento de la semana para cocinar, aunque sean solo algunos platos. Si tenemos planificado el menú este paso será más sencillo y podremos adelantar algunos platos. Así luego solo tendremos que calentar o descongelar y listo y evitar comer cualquier cosa rápida y poco saludable.

5. Bases para platos siempre listos

Puedes también en lugar de platos cocinados como tal tener por ejemplo verduras variadas cocinadas de forma sencilla (al vapor, salteadas, al horno). Igualmente, tener alguna base de cereal y/o legumbre ya cocida (arroz, quinoa, pasta…) ayuda a agilizar el cocinado en el momento que vamos a comer. Luego solo hay que combinar algún cereal o legumbre con verduras y algo de proteína (un huevo cocido o tofu a la plancha por ejemplo) y comida saludable y completa lista!

Es importante guardar bien lo que cocinemos en recipientes que se puedan cerrar (tuper, tarros de vidrio). Nos aguantan 2-3 días en la nevera perfectamente. Aquellos platos que se puedan congelar, como cremas y caldos, podremos conservarlas más tiempo.

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6. Compra alimentos de temporada

Consumir alimentos de temporada es una buena forma de saber que algo estamos haciendo bien, ya que estos alimentos suelen ser principalmente verduras y frutas y estos alimentos deben ser protagonistas en la mayoría de las dietas personalizadas. Suelen ser más frescos y estan en mejor estado de maduración.

Además, en temporada suelen ser más baratos y más fáciles de encontrar, con lo que nos permite ahorrar dinero en nuestra cesta de la compra.

Y por supuesto hace que los menús sean más variados a lo largo del año. Variar los ingredientes nos permite tener mayor variedad nutricional y por lo tanto será más fácil evitar carencias nutricionales.

¿Por qué es tan importante planificar la alimentación?

Con una buena planificación ganaremos primero de todo tiempo en la cocina, algo muy preciado en estos tiempos que vamos muy rápido de un lado a otro. Si sabes que vas a cocinar ese día y tienes los ingredientes en casa, la tarea se simplifica mucho y somos más eficientes.

Otro aspecto que mejora cuando nos planificamos es nuestra economía. Compramos lo que necesitamos y aprovechamos mejor lo que tenemos en casa. Además también se desperdician menos alimentos porque tenemos más control sobre lo que vamos a necesitar. Y esto es siempre muy positivo.

Y no nos olvidemos que todo esto contribuye por supuesto a tener una mejor salud. Si tenemos más implicación en todo aquello que rodea a la alimentación, desde la planificación, la compra y el cocinado es mucho más probable que las elecciones sean más saludables. De esta forma se evita recurrir a ultraprocesados poco saludables.

Hace falta invertir algo de tiempo al principio para ir cambiando hábitos antiguos. Pero con un poco de práctica y prestando atención a estos aspectos, en muy poco tiempo te sorprenderás en como de automático sale todo y que es mucho más sencillo de lo que podías pensar al principio. Sabrás comprar mejor, te organizarás mejor en la cocina y tu alimentación tendrá más posibilidades de ser saludable.

planificar la alimentación
Estudié Nutrición Humana y Dietética en la Universidad de Alicante y Ciencia y Tecnología de los Alimentos en la UPV. A lo largo de los años me he dado cuenta que ayudar a las personas a mejorar sus hábitos alimentarios y su día a día es lo que más me gusta de este trabajo, lo que me motiva a seguir con fuerza cada día.