Desde hace ya muchos años, el peso es un tema que suele preocupar bastante a muchas personas. No está mal centrar parte de nuestra atención en el peso ideal, ya que es un parámetro que nos puede informar sobre el estado de salud. Pero hay que hacerlo con prudencia y conocimiento,y si es necesario, acudir a un especialista para que pueda darte una dieta personalizada.
Por algún motivo, se tiende a pensar que solo tenemos un peso ideal, un peso concreto que conseguir. Y esto, a parte de que no es verdad, puede hacer que sintamos frustración si no alcanzamos ese peso concreto que nos hemos marcado.
Más que hablar de peso ideal, puesto que este no existe, es más correcto hablar de peso saludable o deseable.
IMC para estimar un peso ideal para cada uno
Para empezar, este peso es difícil de establecer, ya que depende de muchos factores. Pero por simplificar un poco se recurre a estimaciones poblacionales donde se relaciona el peso con la altura y la complexión para que podamos orientarnos sobre qué peso es el más aconsejable para nosotros.
Uno de los parámetros más utilizados para hacer una estimación rápida sobre el peso de una persona es el Índice de masa corporal (IMC).
El IMC se obtiene con el cociente entre el peso (kg) y la altura (m2). Dependiendo del resultado, podremos valorar de forma rápida el estado de salud de una persona.
- Menor o igual a 18.5: Desnutrición o delgadez
- 18.5-24.9: Normalidad
- 25-29.9: Sobrepeso
- 30-34.9: Obesidad clase I
- 35-39.9: Obesidad clase II
- Por encima de 40: Obesidad clase III
Estos valores pueden variar un poco en las mujeres, ya que el % de grasa es mayor en ellas.
Ahora bien, estos valores no debemos tomarlos de forma estricta ya que hay otros factores, como el % de grasa corporal o la retención de líquidos, que influyen en el peso. Por ejemplo, una persona muy deportista puede tener valores diferentes respecto a otra persona de las mismas características simplemente porque los % de grasa y músculo varían.
Así que podemos tener en cuenta el IMC como referencia, pero como ya he comentado no de forma estricta.
Dicho esto, esta puede ser una primera aproximación para conocer si nuestro peso está en valores saludables o no, y si es necesario que hagamos cambios importantes o si podemos mantenernos donde estamos.
COMPOSICIÓN CORPORAL
Un punto más interesante para entender que alcanzar un peso concreto no debe ser un objetivo estricto es la composición corporal. Conocer nuestra composición corporal es mucho más certero. Una persona que realice mucho deporte puede tener valores de IMC más altos, pero está será debido a su masa muscular seguramente y por lo tanto no sería correcto clasificar a esa persona como poco sana.
¿Cuál es la composición del cuerpo?
El componente principal del cuerpo es el agua. Cuando somos adultos el porcentaje de agua está alrededor del 60-70 %. Cuando somos niños la cantidad de agua es mayor, y esta se va perdiendo con el paso de los años. Esto nos indica porqué es tan importante beber agua cada dia en cantidad suficiente, ya que es el componente mayoritario en nuestro cuerpo.
Después del agua podemos hablar de otros componentes.
Para determinar nuestra salud, lo interesante es observar los porcentajes de grasa corporal y músculo. En términos generales, las proteínas (músculo) forman entre un 10 y 22 % de nuestra composición corporal. La grasa está entre un 8 y 30 %, pudiendo ser estos valores menores en deportistas y mayores en personas que acumulan más grasa. Este hecho es precisamente más determinante para valorar el estado de salud de una persona que únicamente el peso.
El porcentaje de masa muscular disminuye con la edad, y el de grasa suele aumentar, sobre todo en mujeres, principalmente por los cambios hormonales.
¿Qué podemos hacer para mantener una buena composición corporal?
Lo más recomendable es disminuir el exceso de grasa, sobre todo la grasa visceral y mantener buenos niveles de masa muscular.
¿Cómo lo podemos hacer?
- Bebe suficiente agua cada día para mantener una buena hidratación, sobre todo cuando se suda o hace más calor.
- Realiza actividad física de forma habitual, tanto de fuerza, para desarrollar músculo, como cardio.
- Mantén una alimentación equilibrada y saludable, con proteínas de buena calidad, rica en vegetales, vitaminas y minerales, y baja en grasas saturadas. Seguir una dieta para adelgazar bien planificada puede ser de mucha ayuda.
- Intenta realizar actividades físicas variadas para que no haya estancamiento.
- Recuerda descansar bien.
Si queremos sentirnos más a gusto con nuestro cuerpo es mejor invertir nuestra energía en mejorar nuestros hábitos de vida, de forma prudente y saludable.
Si solo nos centramos en el peso, es posible que para alcanzarlo dejamos muchas cosas en el camino. Hay personas que deciden comer menos cantidad de alimentos con el único propósito de bajar peso, sin darse cuenta que esto a largo plazo es poco efectivo, además de poco saludable.
Hay que marcarse objetivos reales y alcanzables. Acudir a un profesional puede ser muy útil en estos casos. Si hay alguien que te asegura que en un mes puedes bajar 10 kg sin apenas esfuerzo, con productos milagrosos, seguramente no sea muy fiable, Los cambios reales y duraderos ocurren con el tiempo y es necesaria la implicación en el proceso y la modificación del estilo de vida.
La idea de tener un peso concreto, como ya he comentado, puede generar cierta frustración. Nos proponemos una meta, que no se sabe con certeza cuándo se va a alcanzar, o si se va a alcanzar. Pero sobre todo, en ese camino, nos olvidamos de cómo está siendo nuestra relación con la comida, si estamos escogiendo opciones más saludables, si el estado anímico ha mejorado, si las digestiones son más ligeras y sentimos menos pesadez… Son tantas las cosas que son importantes, que darle únicamente valor al peso es quedarse totalmente en la superficie.
Bajar de peso no tiene porque ser nuestro único objetivo. Puede ser uno de ellos, pero siempre con cabeza.