La dieta Cenicienta: la última moda. Una dieta que tiene como finalidad llegar a ser como una “princesa Disney”.
Lejos está de ser una dieta saludable, por el contrario, es un régimen estricto que puede adoptar cualquier persona, sin importar el peso, la edad, la altura o algún otro factor físico indispensable a la hora de tomar una decisión tan importante respecto a la salud alimenticia. Si quieres de verdad una dieta para adelgazar de forma sana, te recomendamos acudir a expertos, pero queremos hablarte de este tipo de dietas para que las evites.
Justo este año, donde el día de la mujer ha tenido más repercusión que nunca, me doy más cuenta aún de que las mujeres seguimos siendo esclavas de la imagen. Siguen apareciendo dietas y métodos que hacen que parezca que lo único que importa es la belleza. Que lo que nos da valor es la apariencia física. Y la verdad es que este hecho nunca deja de impresionarme, tanto a nivel profesional como a nivel personal.
Hoy en día, con las redes sociales tan al alcance de la mano, puede ser muy peligroso para las jóvenes porque se comparten estas “dietas milagrosas” y se toman como un ejemplo a seguir, como algo que está bien y algo que hay que hacer. Y como si fuera poco, se invita a las chicas a subir y compartir fotos o videos donde se vea este radical cambio para mostrar que “funciona”.
No me parece mal que cada persona quiera estar lo más guapa posible. Todos somos libres. Lo que me parece criticable es hacerlo a costa de nuestra salud. Hay que sentirse bien física y psicológicamente, pero debemos hacerlo de forma sensata. Al fin y al cabo la salud es la que nos permite hacer todo.
Para lograr tener un peso ideal con un cuerpo sano no hay trucos. No es más que un cambio de hábitos alimenticios junto con ejercicio físico. Incorporando alimentos saludables en tu dieta, verás cómo cambia tu organismo y cómo empiezas a sentirte mejor.
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Toggle¿Qué objetivo se persigue con la dieta cenicienta?
Esta dieta se originó en Japón con la idea de lograr llegar a tener la cintura diminuta de Cenicienta, pero por desgracia ya se ha divulgado por todo el mundo, marcando estereotipos de género y belleza que no son reales, y que están muy lejos de serlo.
El objetivo de la dieta cenicienta es conseguir un peso que nos coloque en un índice de masa corporal (IMC) de 18, cuando lo saludable es tener un IMC entre 19-24 (aproximadamente). Ahora bien, el IMC no es válido para todos los casos. Las personas menores de 18 años o los deportistas de élite no entran en estos valores.
Así que no puede tenerse en consideración únicamente este parámetro. No solo es importante el peso corporal, si no la salud de nuestro cuerpo en conjunto. Por lo tanto, es muy fácil ver que esta dieta no es la más recomendable.
La dieta cenicienta es muy restrictiva. Se limita la ingesta al mínimo, para conseguir esa bajada de peso tan radical. Esto es sobretodo preocupante por las repercusiones negativas que tiene sobre el cuerpo humano. Además, la mayoría de las seguidoras son chicas muy jóvenes que están aún en edad de desarrollo. Así que si estás pensando hacerla, no la hagas. Y si conoces a alguien que quiera hacerla, aconséjale que no es la mejor opción.
Estas dietas tienen tanta repercusión porque seguimos teniendo en la cabeza que delgadez es belleza, y esto a largo plazo puede tener unas consecuencias horribles.
Una dieta arriesgada
¿Por qué decimos que esta dieta supone un riesgo para la salud? Y es que la realidad es que los expertos no han tardado nada en reaccionar frente a este nuevo método para bajar de peso rápidamente.
Perder peso más allá de lo recomendado y en un tiempo mínimo, no es saludable. Por donde lo mires está mal. No solo porque no tardarás nada en recuperarlos, sino que esta dieta está quitando alimentos de ella. Se basa en dejar de comer, dejar de consumir vitaminas, nutrientes esenciales para el buen desarrollo y crecimiento del cuerpo.
Al negarle al organismo la ingesta de nutrientes, estarás más expuesto a un gran déficit nutricional, y no solo respecto al cuerpo físico, sino al cerebro y al sistema nervioso, el cual regula todas las funciones del cuerpo.
Justamente la dieta cenicienta es más peligrosa en niñas y adolescentes en pleno crecimiento, ya que tienen necesidades nutricionales específicas y si no se respetan o directamente no se cumplen, pueden acabar sufriendo trastornos alimentarios.
Las consecuencias de la dieta Cenicienta
Como ya te adelantamos, las consecuencias que se pueden sufrir si se sigue la dieta cenicienta son preocupantes. Es por ello que si se cruzó por tu cabeza practicar este régimen o si conoces a alguien que lo esté realizando, es momento de que frenes y leas atentamente. Es la única manera de ayudar.
Aquí te detallamos algunas de las consecuencias más graves de esta estricta dieta:
- Crear un trastorno de la conducta alimentaria
- Cambios de humor
- Maleducar a la persona a comer
- Depresión
- Miedo a mostrarse en público
- Frustración
- Dificultad para socializar
- Amenorrea
- Desnutrición
- Carencias nutricionales
- Favorece la aparición de demencia
- Sufrir osteoporosis
- Debilitar el sistema inmunológico
- Problemas de fertilidad
- Anemias
- Caída del cabello
- Pérdida de la masa muscular
- Fatiga crónica
La realidad es que son muchas las consecuencias que lleva asociadas esta dieta, por ello es crucial cogerla a tiempo y ayudar a ese ser querido o ti misma a realizar un cambio consciente y seguro de los hábitos de vida y alimenticios que está llevando, ya que intentar llegar a un ideal de dibujito animado no lleva a ninguna parte.
Alternativas de la dieta cenicienta
Existen un millón de opciones antes que practicar esta dieta disparatada. Lo primero que se recomienda es una visita al médico para realizar un chequeo de salud y controlar bien todos los valores, de esa manera quizá se llegue a una conclusión de por qué existe un problema de exceso de peso, si es que lo hay, y porque cuesta bajarlo.
Luego recurrir a un nutricionista para que evalúe bien el caso y allí pueda darte una dieta personalizada basada en tus necesidades, es decir, de acuerdo a tu IMC y a los objetivos que tienes, buscar la opción más saludable para alcanzarlo.
Si en realidad el problema radica en la percepción que se tiene de uno mismo y en la autoestima baja, lo mejor es hacer una consulta con un psicólogo para que pueda darte herramientas para poder salir adelante.
Todo ello acompañado de un buen ejercicio físico, que no solo ayuda al cuerpo sino también a la mente, ya que al ejercitar, el organismo liberas endorfinas, esas hormonas de la “felicidad” que producen una sensación de bienestar y placer.
Aquí lo más importante es saber pedir ayuda y saber ayudar. La adolescencia es una etapa complicada en la vida de todos, por eso el apoyo y acompañamiento es crucial para poder mejorar y superar esta situación.
Ya ves que esta dieta no tiene ni pies ni cabeza, lo único que se consigue es poner en riesgo la salud y la vida de las personas.
Si quieres conseguir nuevos objetivos o modificar ciertos aspectos, lo más recomendable es acudir a un especialista, en este caso a un nutricionista/dietista. Las dietistas nos encargamos de ayudarte a conseguir un buen estado de salud aportando al cuerpo todos los nutrientes que necesitas adaptando la dieta a lo que realmente necesitas. Y eso siempre repercute positivamente en la belleza exterior.
Dejemos de seguir cualquier idea que tiene como único fin la estética y hagamos las cosas con cabeza ¿Es que acaso no valemos para nada más?