La hepatitis crónica es una inflamación del hígado y se considera crónica cuando dicha inflamación esta presente durante más de 6 meses. Los principales motivos por los que se produce la inflamación en el hígado es por infección causada por el virus de la hepatitis C y hepatitis B, y por el consumo habitual de alcohol. En este caso vamos a hablar de la hepatitis crónica producida por el consumo de alcohol, ya que con los cambios de hábitos y con dietas para adelgazar de forma saludable, podemos mejorar y prevenir esta hepatitis.
La forma en la que el alcohol afecta al hígado es porque el alcohol es un producto tóxico y el hígado es el encargado de eliminarlo. Concretamente el 90% del alcohol ingerido es metabolizado en el hígado. Para lograr extraer el alcohol de nuestro organismo, el hígado tiene que transformar el alcohol en otros productos, siendo alguno de ellos muy tóxico. La inflamación en el hígado se produce en personas que beben alcohol en abundancia durante años, este órgano ve superada su capacidad depuradora por una cantidad excesiva de alcohol y es prolongada en el tiempo.
El alcohol está actualmente muy inculcado en la sociedad, su consumo es frecuente aun siendo una sustancia tóxica, ya que es de fácil acceso y hay muchas costumbres sociales que incluyen a esta bebida en la mesa.
¿Cómo se diagnostica?
La hepatitis es una enfermedad prácticamente asintomática, es decir que no sentimos ningún síntoma al padecerla, por eso para diagnosticarla es a partir de pruebas medicas. Se empieza con análisis de sangre, cuando se observa que se tienen las transaminasas altas se hace un seguimiento a base de análisis durante un tiempo. Si pasados los 6 meses sigue el valor de las transaminasas altas es cuando se diagnostica como infección crónica.
Para asegurarse de que el problema está en el hígado se realiza una ecografía para poder ver bien el órgano. El médico también realiza un examen físico y un cuestionario en el cual se tiene que ser honesto y sincero para tener un buen diagnóstico.
Por último, que es la prueba más fiable, se realiza una biopsia hepática. Con esta prueba además de asegurarnos de ser una hepatitis, también nos informa de la gravedad de la enfermedad ya que pueden presentarse varias modalidades dependiendo de la cantidad de alcohol consumida, el tiempo que hace que se consuma y la sensibilidad del organismo de cada persona porque no todas las personas que consumen alcohol de manera diaria desarrollan hepatitis.
Cuando la hepatitis es causada por el consumo de alcohol, se le denomina hepatitis alcohólica. En este caso podemos tener algunos síntomas generales como cansancio, malestar digestivo, falta de apetito, dolor en el lado derecho del abdomen, e incluso se puede llegar a tener fiebre. También pueden haber síntomas típicos de enfermedad hepática como es tener el tono de la piel más amarillenta, na orina de color amarillo oscuro y retención de líquido en la zona del abdomen.
¿Cuál es su tratamiento para mejorar la hepatitis crónica?
Es primordial actuar sobre la causa que lo provoca, en este caso es por el consumo de alcohol. Pero si fuera por el virus de la hepatitis C o de la hepatitis B se realiza un tratamiento médico para conseguir eliminar el virus, y por ende también la inflamación.
Para los casos que son producidas por el consumo de alcohol, se debe de reducir lo máximo posible su ingesta, ya que en muchas ocasiones si se cesa el consumo de alcohol, la enfermedad puede curarse. Por lo tanto el principal tratamiento para la hepatitis alcohólica requiere dejar de beber y realizar tratamientos para aliviar los signos y síntomas del daño hepático.
En caso de no seguir un tratamiento de la hepatitis, ya sea médico o cambio de hábitos, la hepatitis crónica puede derivar en fibrosis, evitando que el hígado funcione correctamente y pueda llegar, posteriormente a producirse cirrosis donde se dificulta tanto la cicatrización como el funcionamiento del hígado, fallo hepático que es la pérdida en cuestión de días o semanas de la función del hígado o cáncer de hígado donde el tratamiento es más agresivo con más efectos secundarios y las probabilidades de superar la enfermedad disminuyen.
Así que para evitar que la enfermedad vaya a más, te adjunto unos consejos para mejorar tu salud y de este modo prevenir la aparición de la enfermedad hepática.
- Lleva una alimentación consciente, sana, variada y equilibrada.
- Realiza ejercicio de manera habitual.
- Evita el alcohol y más si ya se ha desarrollado la hepatitis alcohólica.
- Mantén una correcta norma de higiene.
- Si se diagnostica una insuficiencia hepática, sigue el tratamiento y los consejos del medico especialista. Este tratamiento puede incluir medicamentos, asesoramiento psicológico, grupo de apoyo para dejar de consumir alcohol como la asociación de alcohólicos anónimos, y un programa de tratamiento residencial o a domicilio.
Destacar que el tratamiento principal para reducir la hepatitis crónica producida por el consumo de alcohol, es llegar a la abstinencia total para siempre. Se ha comprobado que si se deja de beber se puede recuperar el correcto estado del hígado en las situación que es una hepatitis aguda, y en las situaciones más avanzadas que el tipo de hepatitis es mas grave, cuando ya es crónico o pasa a cirrosis, se consigue mejorar las función del hígado y disminuyen las complicaciones.
Además de dejar de consumir alcohol, debemos de acompañar con un buen estilo de vida, donde se incluye comer bien, practicar ejercicio, tener un buen descanso y evitar el estrés diario.