Cada vez estamos más concienciados de lo perjudicial que es el azúcar para nuestra salud. Por esta razón cada vez se habla más de los edulcorantes que se usan como sustitutivos del azúcar, incluyendo el aspartamo.
Seguramente el tema más controvertido es si estos edulcorantes son o no perjudiciales para la salud. En próximos artículos os iremos hablando de cada uno de los edulcorantes que existen, pero en este caso nos centraremos en el aspartamo.
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¿Qué es el aspartamo?
El aspartamo es un edulcorante artificial que se obtiene al combinar dos aminoácidos, el ácido aspártico y la fenilalanina. Dichos aminoácidos son naturales y están presentes en muchos alimentos. Se descubrió por casualidad en 1965, cuando se estaba experimentando con un medicamento contra las úlceras. Se trata de un edulcorante bajo en calorías y es unas 200 veces más dulce que el azúcar. Además, es uno de los edulcorantes más utilizados del mundo.
¿En qué productos se emplea el aspartamo?
Puede encontrarse en productos de consumo cotidiano, concretamente en unos 6.000 alimentos y bebidas en todo el mundo, por ejemplo:
- Bollería industrial
- Chicles
- Bebidas dulces
- Lácteos
- Zumos de frutas
- Refrescos de cola
- Postres
- Productos etiquetados como “sin azúcar”, “light”, “zero”,”bajo en calorías”, etc.
No se encuentra en productos que necesiten cocinado, ya que a temperaturas superiores a los 30ºC pierde dulzor. En esos casos se utilizarán otros edulcorantes o bien se añadirá el aspartamo al final del proceso de cocinado.
Por cierto, puede que en la lista de ingredientes lo encuentres también bajo el código E-951.
¿A qué se debe la mala fama del aspartamo?
El aspartamo es probablemente el edulcorante con peor fama. La verdad es que ha sido un producto muy controvertido desde su descubrimiento. Esto se debe a que durante los años 80 se relacionó con tumores cerebrales y epilepsia en experimentos con ratones. De hecho, tras esos resultados, llegó a retirarse en Estados Unidos durante varios años.
¿Hay un peligro real?
Según la EFSA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, no. Y es que ha realizado un estudio en el que se demuestra que las dosis a las que se comercializa son inocuas para la salud. El organismo europeo afirma que la seguridad del aspartamo se ha estudiado en cientos de estudios diferentes. Científicos destacados de toda Europa han experimentado sobre los efectos tanto a corto como a largo plazo en animales, incluyendo si el aspartamo es cancerígeno. También si es neurotóxico, si tiene efectos sobre la función reproductiva, sobre el desarrollo fetal o si puede dañar nuestros genes. Los resultados han sido negativos, por lo que siguiendo sus conclusiones, podemos afirmar que consumir aspartamo no conlleva ningún peligro para la salud.
¿Cuánto aspartamo podemos tomar?
La ingesta diaria admisible (IDA) establecida por la EFSA para el aspartamo es de 40 mg por kilo de peso corporal. Para que te hagas una idea, para que una persona con 60 kg de peso superara la dosis máxima recomendada debería beber 4 litros al día de bebida con el máximo de aspartamo permitido durante todos los días de su vida.
Cabe destacar que las personas con fenilcetonuria, una enfermedad metabólica rara, tienen contraindicado su consumo, ya que carecen de la enzima específica para metabolizar la fenilalanina, que recordemos que es uno de los dos aminoácidos que componen el aspartamo.
Así se calcula la IDA:
Como te decíamos, la IDA es un índice para definir la Ingesta Diaria Admisible de aditivos alimentarios. Lo utiliza la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Con este índice establecen cuál es el máximo que podemos ingerir al día durante toda nuestra vida sin riesgo para nuestra salud.
La Ingesta Diaria Admisible se calcula dividiendo por 100 el NOAEL, o lo que es lo mismo, el nivel sin efectos adversos observados. Con eso se consigue un margen de seguridad, ya que la IDA final siempre será mucho menor a los resultados obtenidos.
Como habrás visto, no hay motivo para alarmarse, el aspartamo es seguro. Los estudios realizados por los organismos más importantes a nivel europeo y mundial lo demuestran. Eso sí, que un producto tenga aspartamo no significa que el producto en sí sea saludable. Por ejemplo, la bollería industrial, los postres, los refrescos light o “zero”… ¿crees que deberías consumirlos más ahora que sabes que el aspartamo no es peligroso? Por supuesto que no. En cualquier caso, recuerda que en Corporis Sanum te asesoramos para que aprendas a llevar una alimentación saludable y puedas mejorar tu cuerpo y tu salud.
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