La alimentación y envejecimiento están muy ligados ya que una correcta alimentación te ayuda a envejecer mejor y con más energía.Alimentarse de forma saludable es algo que tiene mucha importancia y que debería de inculcarse desde pequeños.
Desde que nacemos es imprescindible cuidar lo que comemos y elegir aquellos alimentos frescos, naturales y que nos aporten nutrientes de calidad. Si bien es fundamental mantener una buena calidad en la alimentación durante toda nuestra vida, lo es más si cabe durante la infancia y durante la tercera edad, ya que la dieta para adelgazar es crucial para su salud y su desarrollo.
Hay que asegurarse que recibimos el aporte necesario de proteínas, hidratos de carbono, lípidos, minerales, vitaminas y agua para garantizar las funciones de todos los órganos, el gasto energético y la formación de nuevos tejidos. Hay que tener en cuenta que toda base parte desde la infancia, es decir, para poder tener una salud buena a lo largo de nuestra vida, hay que formar un buen cimiento y establecer unos buenos hábitos alimentarios que serán difíciles de cambiar a posteriori, con los hábitos adecuados en la alimentación y en el estilo de vida, se contribuye positivamente en la mejora de la salud.
Los hábitos que tengamos a lo largo de nuestra vida son fundamentales para afrontar la vejez con una salud fuerte, asegurando que nuestros huesos y músculos van a estar en la mejor forma posible, además de ayudarnos a prevenir y evitar sufrir algunas enfermedades. Para asegurar que seguimos una dieta equilibrada, saludable y completa, es recomendable dejarse asesorar por nutricionistas profesionales que pueden orientarnos en nuestra alimentación y tienen suficientes conocimientos y experiencia para recomendarnos que alimentos debemos consumir y cuáles debemos evitar o limitar su consumo.
En este artículo vamos a centrarnos en la alimentacióny envejecimiento, dónde la salud suele ser delicada, por eso vamos a preparar algunos tips para ayudarte a mejorar tus hábitos.
4 Consejos a tener en cuenta con la alimentación y envejecimiento
Hemos comentado la importancia de la alimentación a lo largo de toda nuestra vida, pero ahora vamos a centrarnos en la importancia de esta en la última etapa, ya que es en la que más débil está nuestro cuerpo y más desgaste se produce. A través de una alimentación podemos mejorar muchos aspectos de nuestra salud y aportar los aminoácidos esenciales que el cuerpo no produce y que, por lo tanto, han de ser suministrados a través de alimentos. Aquí te voy a indicar 4 tips para asegurar que tu alimentación en esta etapa es la adecuada.
Aumentar la ingesta de fibra y mantener una buena hidratación.
Incrementar el consumo de alimentos ricos en fibra durante la última etapa de nuestra vida es fundamental, ya que, las personas mayores padecen con más frecuencia problemas de estreñimiento, por lo que, es necesario consumir alimentos que favorezcan y regulen el tránsito intestinal.
Además, la fibra también hace que nos sintamos más llenos y saciados, por lo que también es buena si queremos mantenernos en un peso saludable. Para personas con diabetes, sobre todo, puede jugar un papel importante al conseguir mantener un control glucémico. Se recomienda consumir siempre cereales integrales, evitando las harinas refinadas y aumentar el consumo de legumbres, que además de ser ricas en fibra, también proporcionan una gran cantidad de proteínas, un macronutriente de gran importancia también es esta etapa.
Por otro lado, mantener un buen nivel de hidratación, puesto que, al envejecer, el volumen de agua en el cuerpo disminuye y esto puede incrementar las posibilidades de sufrir una deshidratación y para evitarlo, se recomienda consumir de 8 a 10 vasos de agua diarios, bien en forma de agua, zumos naturales, leches, caldos o infusiones.
Asegurarse de consumir suficientes frutas y verduras.
Las frutas, verduras y hortalizas son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes y es importante incluirlas en la alimentación de nuestros mayores para garantizar la cobertura de estos micronutrientes. Incluir en la dieta diaria estos alimentos ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares comunes en esta edad, así como de padecer el síndrome de fragilidad en los ancianos y que provoca un alto riesgo de sufrir caídas y desarrollar discapacidad y dependencia
Se recomienda tomar un mínimo de dos raciones de verduras y hortalizas al día, asimismo es importante incluir también al menos 3 raciones de fruta diarias que se pueden consumir entre comidas. Para facilitar el proceso de masticación de las verduras y hortalizas, se pueden consumir cocidos o prepararlos en forma de puré, mientras que con las frutas, podemos preparar compotas, zumos o batidos y en forma natural si están maduras y evitando añadir azúcares en el proceso de preparación.
Evitar el consumo de grasas saturadas y colesterol
A medida que vamos envejeciendo, vamos perdiendo la capacidad de controlar el colesterol en sangre y esto puede incrementar el riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, por eso es muy importante en esta etapa de nuestra vida, evitar al máximo el consumo de grasas saturadas. El colesterol es una de las grasas fundamentales y es necesario para producir hormonas, vitamina D y sustancias que contribuyen a digerir los alimentos, pero hay que tenerlo siempre en los límites saludables para que no nos afecte negativamente en nuestra salud.
Incrementar el consumo de proteínas
Uno de los macronutrientes esenciales para nuestro organismo son las proteínas, ya que son fundamentales para mantener la masa muscular y para que el cerebro funcione correctamente. El cuerpo de las personas mayores no procesa de forma eficaz las proteínas, debido a esto, es importante aumentar la cantidad de proteínas en la ingesta de alimentos, puesto que esto nos ayudará a mantener la masa muscular, la fuerza y la salud ósea.
La cantidad ideal de proteínas sería de entre 1 y 1.25 g por kilo de peso de la persona al día en la etapa de la vejez. Este macronutriente no se puede almacenar y es conveniente incluirlas en todas las ingestas. Además de la alimentación, también es conveniente realizar ejercicios adaptados al estado físico como por ejemplo caminar.
Hay que tener en cuenta qué alimentos son ricos en proteínas y que no solo son de origen animal, sino que las legumbres, por ejemplo, son una gran fuente de proteínas que también aportan gran cantidad de hierro y pueden ayudar a prevenir la anemia.
En definitiva, conforme nos vamos haciendo mayores, debemos prestar especial atención a nuestra alimentación, no solo que sea saludable, sino también que nos aporte los macronutrientes esenciales, asegurando de llevar una dieta con alimentos variados, evitando al máximo los alimentos procesados, el alcohol y otro tipo de productos que solo aportan calorías vacías sin ningún aporte nutricional. También hay que intentar mantener un estilo de vida activo, salir a pasear para evitar el sedentarismo y potenciar la movilidad, evitando así que nuestros músculos se debiliten aún más.