Uno de los platos a los que siempre recurrimos cuando buscamos perder peso son las sopas y cremas. Ligeros, sabrosos y saludables. Y, además, estos caldos están llenos de todas las propiedades y beneficios que ofrecen los alimentos a base de los que están hechos. Es por eso por lo que tanto las sopas como las cremas tienen mucho peso en nuestros planes de dieta personalizada, como este de dieta para adelgazar 10 kilos.
Dentro del gran universo de los caldos, uno de nuestros favoritos es el caldo de pescado. Seguro que también es uno de los tuyos. Nos gusta principalmente por su sabor delicioso y su contundencia. Esta permite que el caldo de pescado pueda servir como plato principal, a diferencia de otros caldos más suaves.
Esta contundencia puede deberse tanto a los trocitos de pescado que podemos encontrar en él en caso de que te guste así, como simplemente a la presencia que dejan en el caldo los pescados empleados.
Por si lo anterior fuera poco, a nivel nutricional la sopa de pescado es uno de los caldos más completos. No en vano cuando estamos enfermos siempre recurrimos a él por su capacidad reconstituyente, casi sanadora. Además, un caldo de pescado siempre es la mejor manera de no desperdiciar comida después de haber preparado cualquier receta cuyo protagonista fuera algún pescado.
Podríamos seguir diciendo muchas cosas buenas del caldo de pescado, ya que para cada uno significa cosas diferentes. Recuerdos de la abuela, de los cuidados de nuestra madre al estar enfermos, de las reuniones familiares en las que la olla con el caldo de pescado presidía el centro de la mesa… Pero mejor pasemos ya a la práctica con la preparación de esta receta de caldo de pescado, ¿no?
Ingredientes de la receta de caldo de pescado
Es cierto que esta receta no es la que menos ingredientes necesita, y que algunos de ellos no son precisamente baratos. Todos sabemos que el pescado tiene un precio más elevado que otros alimentos, pero el resultado sin duda merece la pena. Preparar un caldo de pescado casero es más laborioso que elaborar otros platos, es cierto, pero con el último paso de nuestra receta verás lo mucho que puede dar de sí.
Estos son los ingredientes que necesitaremos para el caldo de pescado:
- Gambas o langostinos
- Pescado blanco (usaremos sus espinas)
- Huesos de rape
- Cebolla
- Zanahoria
- Puerro
- Apio
- Aceite de oliva
- Sal
- Vino de blanco
- Un litro de agua
Preparación del caldo de pescado
¿Alguna vez has tenido un arroz, pescado o carne y has pensado en lo bien que le vendría un poco de caldo para acompañar? En ese momento te ha entrado la pereza de ponerte a hacerlo, o quizás simplemente no tenías el tiempo suficiente. Qué lástima, en ese caso tu plato no quedará todo lo completo que pudiera quedar.
Pues despídete de eso, porque en la preparación de este caldo de pescado incluimos un sencillo truco (que además también te mostramos en vídeo). Con él, aprovecharás al máximo el caldo de pescado. Una vez tengamos el caldo de pescado listo, también te enseñaremos a hacer un concentrado de pescado a partir de un litro de ese mismo caldo ya limpio.
Este, una vez congelado, te servirá como acompañamiento de muchos otros futuros platos (carnes, pescados, verduras…), a los que añadirás un toque especial y sabroso, ahorrándote mucho tiempo de cocinado en el futuro.
Pasos para preparar un caldo de pescado
Una vez presentados los dos protagonistas de nuestra receta de hoy (principalmente el caldo de pescado, pero también su concentrado) y comprados los ingredientes necesarios, vamos allá con el paso a paso de esta receta algo laboriosa pero muy completa.
Primer paso
Calentamos un chorrito de aceite de oliva en una olla de boca ancha. Metemos las cabezas de las gambas y langostinos. Hemos de intentar que saquen el máximo jugo. Puedes utilizar algún utensilio adecuado para aplastarlas mientras haces el sofrito a fuego medio. En el momento en el que las cabezas empiecen a dorarse, añade el vino blanco. Sube el fuego para que el alcohol se evapore. Bastarán tres o cuatro minutos.
Segundo paso
En este punto cortamos en trozos las verduras (cebolla, zanahoria, apio y puerro). No es necesario que sean pequeños, porque lo único que buscamos es que todos los sabores se impregnen. Removemos bien a fin de conseguirlo.
Tercer paso
Añadimos los huesos de rape y las espinas de pescado blanco y continuamos rehogando. Si no lo has hecho antes, pon una pizca de sal, pero no demasiada, para que el resultado final no sea excesivamente fuerte.
Introducimos aproximadamente un litro de agua y llevamos a ebullición. Cuando empiece a hervir baja el fuego. Mantenlo a fuego lento durante unos 30 minutos. Regularmente ves apartando la espuma que se forma en la superficie.
Lógicamente lo que queremos para lograr el caldo de pescado o fumet casero concentrado es un caldo limpio. Para ello se hace necesario haber colado el caldo. Al colarlo desechamos las carcasas de pescado, los trozos de verduras… en definitiva, todo aquello con lo que hemos elaborado este caldo de pescado.
Para que el caldo de pescado esté listo harán falta unos 30 minutos, aunque quizás también sea suficiente con 20 minutos o 25 minutos.
Cuarto paso
Ahora que ya tenemos el caldo de pescado listo, vamos con el concentrado.
Este paso es muy sencillo. Simplemente utilizamos un litro de caldo limpio y lo ponemos en una olla al fuego. Una vez en la olla, dejamos que se ponga a hervir. Como imaginas, cuanto más tiempo esté hirviendo, más agua se evaporará y más concentrado se nos quedará el caldo.
Cuando tengamos la cantidad deseada (en media hora el litro de caldo pasa a ser un cuarto) lo congelamos en una cubitera y ya disponemos del caldo en pequeñas dosis para cada plato que lo necesite.
Y ya está. Ya lo tenemos. El fumet o caldo de pescado, sea en caldo limpio o concentrado, sirve de ingrediente base para la preparación de arroces, paellas de mariscos o sopas y cremas. También para acompañar carnes, verduras o pescados. En ese sentido, hay otras recetas que tienen a los pescados y mariscos como protagonistas y que pueden prepararse empleando este caldo de pescado o su concentrado y, además, un ingrediente tan exótico como la salsa teriyaki.
Las posibilidades son infinitas, pero sabemos que el tiempo es limitado. Y no nos gusta pasarlo todo en la cocina. Por eso hemos pensado que iba a ser muy buena idea acompañar la receta de este caldo de pescado con un truco para crear un concentrado de pescado que puedas seguir aprovechando en varias ocasiones más. Con el mínimo tiempo invertido, el mayor sabor asegurado. ¡Y a disfrutar!