Queremos que sepas cómo elegir un buen queso hará que tu dieta diaria mejore. A veces pensamos que una dieta para adelgazar de forma sana debe restringir el consumo de algunos alimentos, entre estos los quesos.
Pero, hay que tener cuidado con esto, sobre todo, porque un carácter privativo de nutrientes puede poner en riesgo nuestra salud y generar algún tipo de anemia y hierro bajo. Y, si bien es cierto que debemos evitar la ingesta de grasas, el queso no tiene porqué ser un alimento del todo prohibitivo.
El queso es uno de esos alimentos que pueden volverse imprescindibles en nuestra alimentación pero, cuando empezamos a hacer dieta nos da un poco de miedo comer queso, porque creemos, que en dieta para bajar de peso no debe contener ningún tipo de queso. Y con esto hay que tener cuidado, solo debes saber que eligiendo un buen queso no hay ningún problema para comerlo.
Para aclararte las dudas que puedas tener sobre incluir o no quesos en tu dieta, vamos a comenzar por decirte que el queso es un alimento con importantes propiedades nutricionales. Es una fuente de proteína de elevado valor biológico, rico en fósforo, vitaminas A y D y, por supuesto, calcio; componentes que lo convierten en un alimento que favorece, principalmente, la salud dental y ósea.
Ahora bien, lo más importante a la hora de seguir una dieta es elegir un buen queso. Así pues, en este post descubriremos: ¿cómo elegir un buen queso y qué beneficios tiene?
¿Cómo elegir un buen queso?
El queso es un derivado lácteo madurado que se caracteriza por ser muy rico en calcio, proteínas, vitaminas (A y del complejo B) y aminoácidos esenciales. De modo que un buen queso tiene muchos beneficios. Por un lado, aumenta y fortalece nuestra respuesta inmune, y, por otro lado, contiene probióticos que mejoran nuestra flora intestinal.
Ahora bien, hay tantas variedades y tipos de quesos que no es fácil elegir. No obstante, para elegir un buen queso, debemos observar el aroma, el origen, aspecto, sabor y posibles maridajes. Es decir:
Origen
Hay muchos lugares donde se puede comprar queso, estos van desde grandes supermercados, queseras, tiendas gourmet, tiendas online especializadas hasta las denominadas casa de los quesos. Sin embargo, lo más recomendable es comprar en un lugar en donde tengas la seguridad de que el queso proviene de una fuente confiable y que posee buenas condiciones de conservación.
Estado del queso
Para elegir un buen queso debes fijarte en su apariencia, y si es posible, también en la intensidad del olor y sabor. La ausencia de grietas y un tono uniforme indica que el queso es fresco. También asegúrate que no tenga golpes, ni hongos ni moho, a no ser que se trate de un queso mohoso como el roquefort o queso azul. Si el queso presenta un color más claro en el borde exterior que en el interior, significa que le falta maduración.
Y si observas como una película oleaginosa, puede deberse a que el queso ha sido expuesto a varios cambios de temperatura haciendo que las grasas salgan al exterior, y esto provoca que se vuelva rancio. También, si puedes, huele el queso, ya que un olor a leche agría o amoníaco es una señal de que el queso está en descomposición o en mal estado.
Asimismo, si tienes la oportunidad, prueba el queso, para eso debes tener el paladar despejado. Por otro lado, el sabor del queso dependerá de la maduración y variedad de la leche. El queso de vaca tiene un sabor más suave, mientras que el de cabra es más fuerte (ácido). Un sabor picante o amargo indica que el queso no se encuentra en buen estado.
Ingredientes y elaboración
Es recomendable mirar la etiqueta para saber qué tipo de leche se ha utilizado en la elaboración del queso: vaca, cabra, oveja… Además, si tienes algún problema dietético relacionado con la leche, fíjate en cómo se ha utilizado la leche: cruda o pasteurizada, y observa si se ha utilizado cuajo vegetal o animal.
Caducidad
Sobre todo cuando se compra queso fresco es importante revisar la fecha de caducidad. Asegúrate de que no se aproxime la fecha de vencimiento o de que ya no esté caducado.
Estos son algunos de los aspectos en los que te debes fijar a la hora de elegir un buen queso. También debes considerar que un buen queso debe contener únicamente leche, cuajo o cultivos lácteos y un poco de sal.
Tipos de quesos y su inclusión en la dieta
Nos suele preocupar mucho qué quesos incluir en una dieta y no engordar. No obstante, los últimos hallazgos sugieren que su presencia en la dieta no se asocia con el aumento de peso, al contrario, parece que los lácteos pueden contribuir con una mejor composición corporal. En relación a esto, es muy importante conocer los tipos de quesos como buen punto de partida para hacer una buena elección.
Queso fresco
Este queso se elabora mediante cuajado y deshidratación de la leche. Este tipo de queso no requiere de maduración ni de estacionamiento. Sin embargo, es imprescindible mantenerlo en el refrigerador a 3 o 4 grados centígrados. Entre los quesos frescos tenemos: la mozzarella, el queso blanco prensado, el molido, el queso cottage y el feta. El queso fresco está listo para el consumo en cuanto acaba el proceso de fabricación. Además, suele considerarse el queso más saludable.
Queso madurado
Este es un tipo de queso que después de fabricado requiere de condiciones y temperatura que generen cambios propios. Lo caracteriza un aroma intenso y un fuerte sabor.
Entre los más populares quesos madurados se encuentran el gouda, el cheddar, el parmesano, Monterrey Jack, emmental y Edam. Estos quesos tienen un elevado contenido en grasa que debe considerarse a la hora de incorporarse en una dieta, y no solo por temer ganar peso, sino por otras condiciones de salud.
Queso azul
Los quesos azules como el gorgonzola y el roquefort se reconocen por una elevada presencia de mohos, lo que proporciona su aroma y sabor característico. Este tipo de quesos requiere de ambientes húmedos para favorecer la proliferación de los mohos.
Queso cremoso
Con una alta cantidad de nata y grasa, en comparación con el queso fresco, el queso cremoso como Camembert y el Philadelphia, son quesos que se usan, generalmente, para untar. El consumo de este tipo de quesos debe ser moderado o eliminado, sobre todo, cuando se siguen dietas para adelgazar.
Queso procesado
El queso procesado es un alimento que se fabrica a partir de dos o más quesos que se funden. Durante su tratamiento se eliminan aquellos microorganismos que otorgan sabor a los quesos naturales, es por eso que suelen resultar un tanto insípidos al gusto.
De modo que para compensar esta ausencia de sabor, se les suele agregar sal. Para las personas que sufren de hipertensión arterial, este tipo de quesos no está recomendado.
Queso ricota
El queso ricota se elabora a partir del suero de leche de vaca, es de textura firme y algo granulado. Este queso es muy utilizado en la elaboración de postres, como relleno y en la preparación de muchos alimentos. Asimismo, se considera un queso saludable que con toda confianza puedes incluir en tu lista de compra de alimentos.
¿Qué quesos son más saludables?
Los quesos que se consideran más saludables son aquellos que sean de cabra u oveja en lugar de los de vaca, porque estos son más artesanales y fáciles de digerir. Asimismo, hay que evitar quesos con ingredientes añadidos como la trufa, los aceites refinados y colorantes. También hay que evitar los que son de untar, ya que suelen ser menos saludables.
Se recomienda optar por quesos blandos como el queso fresco, el queso mozarela, la ricota o el queso feta ya que, su contenido en grasas saturadas es menor.
Por otra parte, es importante moderar el consumo de quesos curados, debido al exceso de sal. Si no deseas consumir quesos de origen animal, puedes optar por el queso de mano o el queso de yogurt natural.
El queso es un alimento al que muchas personas están acostumbradas. En una dieta saludable no es necesario dejar de consumir queso. La clave está en elegir quesos que sean bajos en grasas y sal.
De esta lista, los quesos que más grasas y calorías contienen son el parmesano y el camembert, mientras que el de menor aporte de colesterol es el mozarela y el cottage, además son bajos en calorías. El mozarela, junto al ricota y el fresco, son los quesos más recomendados para consumo diario, ya que son reducidos en calorías, grasas y sal. Estos quesos conservan los minerales y vitaminas en forma natural.
Finalmente, recuerda que antes de comprar quesos, debes asegurarte de que siempre tengan denominación de origen; que es clave observar el aspecto, su olor y, si puedes, su sabor. Estos aspectos te darán señales sobre la calidad del queso y tendrás los conocimientos adecuados para saber cómo elegir un buen queso.