La enfermedad de la gota, también denominada artritis gotosa, es un tipo de artritis que se produce cuando el ácido úrico se acumula en la sangre causando inflamación en las articulaciones presentándose en forma de hinchazón, enrojecimiento, calor o rigidez en ellas.
La gota se puede tratar con una alimentación correcta con dietas para adelgazar de forma saludable con Corporis Sanum. Si quieres saber más, continúa leyendo este artículo.
La gota se produce debido a que:
- El cuerpo produce demasiado ácido úrico.
- El cuerpo no se deshace correctamente del ácido úrico.
El ácido úrico surge por la descomposición de sustancias llamadas purinas. Las purinas se encuentran en todos los tejidos del cuerpo pero también las obtenemos a través de la alimentación. El ácido úrico en condiciones normales se disuelve en la sangre, pasa por los riñones y sale del cuerpo en la orina, pero a veces puede acumularse en forma de cristales que produce dolor en las articulaciones, esto es lo que conocemos como gota. Este dolor es parecido al que se sufre con la fibromialgia. Puedes saber más sobre qué es la fibromialgia.
Hay dos tipos de gota:
- Gota aguda: normalmente afecta solo a una articulación.
- Gota crónica: más de una articulación puede ser afectada con dolor e inflamación recurrente.
Factores de riesgo para desarrollar la enfermedad de la gota
Los principales factores de riesgo para desarrollar gota son:
- Alimentación rica en purinas
- Antecedentes familiares
- Edad: puede presentarse desde la adolescencia hasta la edad senil, aunque afecta principalmente a hombres entre 35 y 50 años y mujeres por encima de los 50 años.
- Sexo: es 4 veces más común en varones
- Tener niveles elevados de ácido úrico en sangre.
- Mujeres posmenopáusicas
- Consumo de alcohol
- Enfermedades como la diabetes, enfermedad renal, obesidad, anemia y algunos tipos de cáncer.
- Tomar medicamentos como hidroclorotiazida y algunos diuréticos.
Síntomas de la Enfermedad de la Gota
Normalmente el primer ataque de gota se produce en el dedo gordo del pie, pero puede afectar a tobillos, talones, rodillas, muñecas, dedos y codos. Al principio, estos dolores duran un par de días pero con el tiempo suceden más a menudo y causa dolor durante más tiempo, con molestia persistente durante días o semanas.
Al padecer gota, las articulaciones afectadas de inflaman, se vuelven sensibles, se calientan y enrojecen, sintiendo dolor hinchazón.
En ocasiones, pueden inflamarse las bolsas sinoviales o los tendones, dando lugar a bursitis o tenosinovitis, respectivamente. Si se deja evolucionar la enfermedad, los ataques pueden no resolverse completamente, afeitándose varias articulaciones a la vez y limitando de manera importante la calidad de vida del paciente.
Por otro lado, los depósitos de ácido úrico pueden formar protuberancias llamadas tofos debajo de la piel alrededor de las articulaciones o en otros lugares como los codos, las puntas de los dedos y las orejas.
También se puede sentir dificultad para mover las articulaciones con normalidad.
Diagnóstico para la enfermedad de la gota
La gota es difícil de diagnosticar. El diagnóstico se hace sobre la base de los síntomas de la gota y signos de la exploración física y en base a las cifras de ácido úrico en sangre. Cuando los niveles de ácido úrico son mayores de 7 mg/dl se considera hiperuricemia. En muchos casos es necesario extraer líquido de la articulación afectada para confirmar el diagnóstico observando la presencia o no de cristales de ácido úrico en el líquido articular extraido.
En muchos casos, puede confundirse con la pseudogota ya que tienen síntomas parecidos, solo que esta es causada por fosfato de calcio en lugar de ácido úrico, por lo que habrá que realizar también un diagnóstico diferencial con otras enfermedades reumatológicas como la condrocalcinosis, la espondiloartropatías o la artritis psoriásica.
Además si la persona tiene gota, se ha de realizar un control para detectar si tiene enfermedad renal como la insuficiencia renal, ya que el ácido úrico alto puede provocar cálculos renales en algunas personas.
Tratamiento nutricional para la enfermedad de la gota
El tratamiento debe ir enfocado a reducir los niveles de ácido úrico en la sangre para que los cristales se disuelven de forma definitiva, lo que se conseguirá cuando se alcance un nivel de ácido úrico óptimo por un tiempo prolongado.
Afortunadamente hablamos de una enfermedad que se cura con el tiempo, ya que al lograr tener un nivel óptimo de ácido úrico en sangre conseguiremos disolver los cristales y por lo tanto hacer desaparecer los síntomas evitando que se produzcan daños irreparables en las articulaciones a largo plazo.
Para ello es fundamental la prevención, un diagnóstico adecuado, y un tratamiento precoz de la gota.
El tratamiento nutricional irá enfocado a disminuir el peso corporal y el consumo de alimentos ricos en purinas para reducir el ácido úrico en sangre:
- Disminuir el consumo de alimentos ricos en purinas, estas además aumentan el riesgo de padecer Helicobacter pylori: embutidos, carne roja, vísceras, patés, habas, lentejas y pescado azul. También podemos reducir el contenido de purinas de los alimentos remojándolos en agua
- Potenciar el consumo de verduras, hortalizas, legumbres y tubérculos y reducir el consumo de cereales integrales, pescado, mariscos y huevos.
- Tener precaución con el consumo de fruta (1 pieza de fruta al día). Debemos reducir la ingesta de fuentes de fructosa como los zumos de frutas, y frutas ricas en fructosa ya que se asocia con mayor riesgo de gota.
- Aumentar la ingesta de líquidos para facilitar la eliminación de ácido úrico por la orina
- Repartir bien las comidas a lo largo del día evitando los ayunos prolongados ya que pueden aumentar el ácido úrico en sangre.
- Alimentación rica en calcio
- Eliminar la sal y el alcohol de la dieta
- Disminuir o evitar el consumo de refrescos edulcorados que puede incrementar el riesgo de gota.
- Evitar otros factores de riesgo cardiovascular: no fumar, realizar ejercicio físico.
A pesar de tener una pautas generales la enfermedad de la gota, hemos de tener en cuenta que la alimentación debe ser siempre equilibrada y personalizada ya que lo que es bueno para una persona igual no lo es para otra. Si quieres tratar alguna patología como la gota, cambiar tu alimentación y comenzar un estilo de vida saludable no dudes en acudir a una nutricionista cualificada que te ayude en tu caso.
En Corporis Sanum podemos guiarte sobre cómo llevar una alimentación adaptada a tus gustos, necesidades y estilo de vida. Contacta haciendo click en aquí o a través de nuestras redes sociales.