Actualmente, la búsqueda continua para mejorar la salud, nos lleva a también a buscar herramientas y métodos culinarios más saludables, como cocinar sin aceite con las freidoras de aire. Este electrodoméstico permite preparar alimentos sin aceite o con una cantidad mínima, conservando sabor y textura similar a los que se obtienen mediante las frituras tradicionales, lo que supone una alternativa muy beneficiosa para quienes quieren limitar el consumo de grasas y calorías sin renunciar a su sabor, como en el caso de las personas que siguen una dieta para adelgazar pautadas por nutricionistas o para aquellas que quieren bajar de peso con una dieta personalizada que se adapte a sus necesidades particulares.
La técnica culinaria sin aceite, consigue reducir de forma significativa la posibilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, que es uno de los principales problemas de salud que se relacionan con una alimentación alta en grasas saturadas y trans.
Pero, ¿sabes cómo utilizarlas y cuál es el motivo por el que son tan populares en la cocina saludable? En este artículo te voy a explicar cómo funcionan las reidoras de aire y otros métodos de cocción saludables que están tan de moda y que han revolucionado nuestra forma de cocinar.
Aunque hay otras técnicas culinarias que también son saludables y permiten cocinar con la mínima cantidad de grasas como es el caso de la cocción al vapor, el horneado y el asado, las freidoras de aire se han convertido muy populares debido a que imitan la textura de los alimentos fritos de forma tradicional sin la necesidad de hacer un uso excesivo del aceite.ç
¿Cómo funcionan las freidoras de aire?
El funcionamiento de las freidoras de aire consiste en la circulación de aire caliente a alta velocidad, lo que hace que los alimentos se cocinen de forma uniforme y tengan una textura crujiente sin apenas añadir aceite. El aire caliente que se genera, rodea los alimentos, consiguiendo que se cocinen evitando el exceso de grasa, ideal para recetas como las patatas fritas, nuggets o verduras. Los modelos de freidoras de aire permiten ajustar la temperatura y el tiempo de cocción, lo que facilita el cocinado de alimentos con menos calorías.
No utilizar el aceite en exceso a la hora de cocinar, no solo reduce la ingesta de grasas, sino que también hace que los alimentos mantengan mejor sus nutrientes. Comparando esta técnica con la fritura habitual, se consigue que se reduzca la exposición de los alimentos al aceite a altas temperaturas, reduciendo la generación de compuestos potencialmente dañinos para la salud.
También es beneficioso para las personas que necesitan mejorar su salud intestinal, ya que el consumo de alimentos bajos en grasas es una combinación perfecta para incorporar productos ricos en probióticos en su alimentación. ¿Qué son los probióticos?, estos microorganismos ayudan al equilibrio de la microbiota intestinal, lo que es fundamental para tener una digestión saludable y mejorar la absorción de nutrientes.
Recetas saludables con freidora de aire
Para que veas que fácil es utilizar las freidoras de aire, te paso algunas recetas sencillas, rápidas y deliciosas para que puedas disfrutar de los alimentos que más te gustan sin renunciar a la comida sana:
- Patatas fritas sin aceite: pela y corta las patatas en tiras, sazona con las especias que prefieras y cocina en la freidora de aire durante unos 20 minutos a 180 °C.
- Pechugas de pollo empanadas: empanamos los filetes de pechuga con huevo y pan rallado y cocinamos durante unos 15 minutos a 200 °C. Conseguirás una textura crujiente y sabrosa sin recurrir a la freiduría con aceite.
- Verduras asadas: mezcla las verduras que prefieras (zanahoria, brócoli, calabacín, berenjena…) sazonadas con tus especias favoritas y cocina a 180 °C durante unos 12 – 15 minutos, quedarán perfectas para acompañar cualquier plato.
- Boquerones fritos: limpia los boquerones, rebozados en un poco de harina y pulverizamos con un poco de aceite de oliva virgen extra y programamos 15 minutos a 180 C
- Pollo asado: trocea el pollo y sazona todos los trozos con sal y pimienta. En un cuenco ponemos las especias que más te gusten y se mezclan y se espolvorean por el pollo troceado, asegurándose de que queda bien repartido y cocinamos durante 10 minutos a 180 °C y luego damos la vuelta y cocinamos 10 minutos más, revisando si necesita más o menos tiempo.
Hay infinidad de recetas que puedes hacer, con más o menos dificultad, pero todas riquísimas y sin aceite, por lo que te invito a investigar y a probar platos nuevos cocinados con esta técnica culinaria.
Beneficios de cocinar sin aceite
Elegir cocinar sin grandes cantidades de aceite nos aporta grandes beneficios, desde la reducción de la aportación calórica en los alimentos hasta la mejora de nuestra salud cardiovascular. Se reduce la ingesta de grasas saturadas y grasas trans, lo que reduce significativamente el riesgo de padecer enfermedades del corazón, además de favorecer un peso saludable, factores clave en las dietas para adelgazar. Por otro lado, los métodos de cocción sin el uso de aceites facilitan la conservación de los nutrientes en los alimentos, potenciando también su sabor natural.
Además de cocinar platos deliciosos y saludables para las comidas y cenas, también se pueden preparar desayunos sanos, promoviendo un estilo de vida saludable y equilibrado.
Otro punto positivo a tener en cuenta es que esta técnica de cocción, reduce la formación de sustancias dañinas durante el cocinado, beneficiando nuestra salud y la de los nuestros.
En definitiva, la tendencia a cocinar sin aceite utilizando este tipo de electrodoméstico se ha vuelto muy popular y ha llegado para quedarse, representando un importante avance en el mundo de la alimentación saludable, posibilitando la reducción de la cantidad de grasa en los platos, conservando las características organolépticas de los alimentos, permitiéndonos disfrutar de opciones exquisitas y nutritivas sin poner en riesgo nuestra salud.
Si lo comparamos con otros medios de cocción saludables como pueden ser la cocción al vapor o al horno, podemos conseguir llevar una dieta equilibrada reduciendo riesgos para la salud, potenciando nuestro bienestar, aunque no conviene olvidarse nunca de leer el etiquetado nutricional de los alimentos para asegurarnos que no contienen ningún ingrediente que pueda hacer que nuestras opciones no sean tan saludables