Todos sabemos que tenemos que comer alimentos ricos en vitaminas. Pero ¿por qué?, ¿qué función tienen para ser tan importantes? Antes de empezar es necesario aclarar que no hay ningún alimento mágico o con superpoderes. Algunos son más completos y/o equilibrados que otros, pero ninguno es la solución mágica; es muy importante que sepas esto para no caer en ninguna estafa. Por eso, desde Corporis Sanum nos hemos propuesto revelarte la verdad acerca de las vitaminas y su valiosa participación en el bienestar de nuestro metabolismo incorporándola a nuestras dietas para adelgazar de forma sana y nutritiva.
¿Sabes qué son las vitaminas?
Para que tengas una idea más clara, las vitaminas son micronutrientes o sustancias vitales para nuestro organismo, ya que pueden prevenir la aparición de ciertas enfermedades. Por si fuera poco, un déficit considerable de cualquier grupo puede dar origen a patologías de importancia.
Ahora bien, nuestro organismo es capaz de sintetizar algunas vitaminas, pero este trabajo no es suficiente para contrarrestar las necesidades metabólicas. Por eso, es necesario incluir en la dieta diaria aquellos alimentos ricos en vitaminas que nos permitan manejar niveles normales de estas sustancias.
Este hecho nos permite entender al fin la importancia de tener una alimentación variada y equilibrada. La mayoría de los alimentos están compuestos por todos los nutrientes. Lo que varía es su cantidad, y así es como se clasifican. Por ejemplo, la carne de pollo tiene mayor cantidad de proteínas, y por eso se clasifica dentro de ese grupo, pero eso no significa que no tenga vitaminas o grasas.
¿Cuáles son las principales características de las vitaminas?
Las vitaminas poseen cualidades que permiten diferenciarlas de otras sustancias o nutrientes. Estás son las más destacadas:
- Se conocen como compuestos de origen orgánico.
- No representan una fuente de energía para el organismo.
- Participan en diversos procesos orgánicos como la formación de células sanguíneas, hormonas, sustancias del material genético y del sistema nervioso central.
- Son capaces de combinarse con proteínas para crear enzimas con acción biocatalizadora.
- Se consideran frágiles, pues no suelen resistir los cambios de temperatura.
¿Cómo se clasifican las vitaminas?
De manera muy simple y concreta, podemos clasificar dos grandes grupos según su solubilidad:
Vitaminas Liposolubles (A, D, E, K)
Son solubles en grasa y llegan a nuestro organismo a través de aquellos alimentos ricos en contenido graso. Este tipo de vitaminas suele ser almacenada en nuestro organismo.
Hidrosolubles (Grupo B y C)
Como su nombre lo indica, son solubles en agua, y el excedente de estas sustancias se elimina a través del sudor y la orina. No se almacenan en nuestro cuerpo y pueden desnaturalizarse con facilidad ante las condiciones adversas; por ejemplo, exposición prolongada de los alimentos al sol, a temperaturas elevadas o a la cocción.
¿Y dónde encontramos las distintas vitaminas?
Recuerda que no están solo en un alimento, pero vamos a ver en qué alimentos se encuentran en mayor cantidad. Las vitaminas liposolubles, principalmente A y D, se encuentran en los alimentos más grasos o en las porciones grasas de los alimentos como el huevo, los lácteos (enteros) o el hígado; la vitamina K se encuentra principalmente en la coliflor, col, espinacas, y en menor cantidad en trigo y avena; y la vitamina D es un poco especial, ya que podemos sintetizarla a partir de la luz solar.
En cuanto a las vitaminas hidrosolubles, las encontramos en casi todos los alimentos: cereales sin refinar, semillas, frutas y verduras, carne, lácteos, legumbres, frutos secos. Su deficiencia puede desencadenar diversas patologías.
Con respecto a los suplementos vitamínicos, es recomendable que los tomes siempre bajo consejo de un profesional sanitario o como algo excepcional no como hábito. Es preferible que mejores la calidad de tu alimentación a comer mal y luego querer compensar con vitaminas externas. Sin duda, involucra una mayor inversión de tiempo y de dinero.
¿Qué beneficios obtenemos de las vitaminas?
Cada una de las vitaminas cumplen una función diferente en nuestro organismo; así que presta atención a las ventajas de consumir alimentos ricos en estas sustancias:
- La vitamina A procedente de vegetales como la zanahoria, mejora la calidad de la visión y de la piel.
- La formación de glóbulos rojos se ve favorecida gracias a la Vitamina B12 de origen animal.
- La Vitamina B1 propicia el buen funcionamiento del corazón y la podemos encontrar en los cereales y las legumbres.
- La Vitamina C de las frutas y verduras potencian la respuesta inmunitaria y actúa como un antioxidante natural.
- El pescado azul y los huevos son ricos en Vitamina D, que contribuye a mantener el sistema óseo saludable.
- La Vitamina E ofrece propiedades anticoagulantes y antioxidantes, además de ser una excelente sustancia cardioprotectora. Podemos encontrarlas en aceites de origen vegetal, semillas, nueces, espinaca o brócoli.
- Los alimentos verdes son ricos en Vitamina K, que cumple una labor importante en el sistema de coagulación.
¿Qué pasa si no tenemos vitaminas en nuestro organismo?
Como ya hemos mencionado, todas las vitaminas cumplen una función específica en nuestro organismo; por tanto, el déficit de una o todas puede tener consecuencias negativas.
A esta carencia o déficit de vitaminas se le denomina avitaminosis, una condición que se produce cuando no existe ninguna ingesta de alimentos ricos en vitaminas o existe un problema de malabsorción a nivel de nuestro cuerpo. Entre los síntomas de la avitaminosis destaca el cansancio, retraso en el crecimiento infantil, piel seca y escamosa, sueño diurno y dificultades motoras y cognitivas en los niños.
Algunos tipos de avitaminosis son:
- Escorbuto: Deficiencia de vitamina C.
- Raquitismo: Deficiencia de vitamina D.
- Pelagra: Deficiencia de vitamina B3.
- Beriberi: Deficiencia de vitamina B1.
¿Cómo puedes llegar al punto de padecer una avitaminosis? Las causas de esta condición son variadas y las dietas restrictivas o poco saludables son los principales motivos. También pueden presentarse en situaciones fisiológicas como el embarazo, por diversas patologías de malabsorción o por el uso de ciertos medicamentos. Por eso es de gran importancia acudir con el especialista para evaluar nuestras carencias metabólicas.
Lo mejor para combatir este tipo de padecimientos, es llevar una alimentación equilibrada y saludable con alimentos ricos en las vitaminas esenciales que nuestro cuerpo necesita.
¿Las vitaminas son necesarias para nuestro organismo?
Todos los nutrientes son necesarios e importantes, así que procura que estén todos presentes en tu dieta. Y obviamente, las vitaminas están dentro de este grupo.
A lo largo de los años, y gracias a la observación científica, se empezó a ver que había «algo» en los alimentos que proporcionaba salud, o mejor dicho, prevenía o curaba enfermedades. Por ejemplo, James Lind descubrió en 1757 dio a conocer que el escorbuto se podía combatir al consumir verduras frescas y frutas. Este «algo» eran las vitaminas.
Por tanto, que los profesionales de la salud insistan en el adecuado aporte de vitaminas a través de la dieta saludable, no es por capricho. Es nuestra tarea enseñarte qué alimentos debes ingerir para obtener beneficios y advertirte de los peligros que conlleva el consumo abusivo de otros.
Ahora bien, si no sabes cómo brindarle a tu cuerpo los requerimientos vitamínicos que se merece, ¡no te preocupes! La solución más acertada es consultar con un equipo de profesionales de la nutrición como Corporis Sanum, donde podrás conseguir asesoría para disfrutar de una plan de alimentación saludable, equilibrado y acorde a las necesidades o carencias de tu organismo. La intención es que puedas sacar el máximo provecho de los beneficios nutricionales y vitamínicos que ofrece cada grupo de alimentos en particular.