Se estima que aproximadamente entre un 20% y un 30% de la población sufre hernia de hiato y el riesgo de padecer esta dolencia aumenta en mujeres embarazadas, personas con obesidad y mayores de 50 años, por eso a través de dietas para adelgazar de forma saludable conseguiremos prevenir y controlar los síntomas de esta enfermedad.
¿Qué es la hernia de hiato?
La hernia de hiato, también conocida como hernia hiatal, es una afección que se caracteriza por un abultamiento de la parte superior del estómago a través de una abertura en el diafragma. El diafragma es un músculo que separa el tórax del abdomen. La conexión entre el estómago y el esófago se hace a través de un orificio llamado hiato. En condiciones normales, el diafragma se encarga de impedir que el ácido pase del estómago al esófago, pero cuando se tiene una hernia de hiato este ácido pasa al esófago produciendo reflujo gastroesofágico, muy frecuente en otro tipo de patologías como la endometriosis.
Existen dos tipos de hernia de hiato:
- Hernia por desplazamiento: este tipo de hernia representa el 90-95% de los casos y es producida por un desplazamiento tanto de la unión gastroesofágica, como de la zona superior del estómago a través del hiato.
- Hernia paraesofágica: la unión gastroesofágica se mantiene en su posición natural, mientras que las zonas superiores del estómago se desplazan hacia el torax, situándose al lado del esófago.
Aunque las causas son múltiples parece ser que la predisposición genética es la más importante. Otros factores de riesgo asociados a esta enfermedad son:
- Debilidad de los músculos
- Lesión, cirugía o defecto congénito
- Edad: es más común en mayores de 50 años.
- Obesidad
- Consumo de tabaco
- Estreñimiento o vómitos repetitivos. El estreñimiento y el esfuerzo durante las deposiciones pueden causar hemorroides.
- Ascitis
- Bronquitis
Además, en el embarazo, las hernias hiatales son las más comunes y se producen por un incremento de la presión intraabdominal. Para la mayoría de las mujeres, la hernia de hiato en el embarazo no es grave, pero en casos raros puede causar indigestiones graves y continuadas y otros problemas. La indigestión leve provocada por una hernia de hiato durante el embarazo puede tratarse con antiácidos que contengan carbonato cálcico. En caso de causar más molestias será necesario acudir al médico.
¿Qué síntomas produce?
En la mayoría de los casos no se presentan síntomas pero el paciente con sintomatología que haga sospechar que se padece una hernia de hiato se tendrá que someter a diferentes pruebas, entre ellas una analítica sanguínea, una endoscopia digestiva alta con toma de biopsias y de tránsito gastrointestinal, Phmetría y manometría esofágica.
La hernia de hiato puede causar síntomas como:
- Acidez estomacal y reflujo recurrente.
- Problemas para tragar
- Regurgitación de la comida o líquido
- Tos seca
- Mal aliento
- Nauseas o vómitos
- Problemas de respiración
- Daño en los dientes
- Dolor abdominal o en el pecho
- Sentirse lleno después de las comidas
Si no existen síntomas no será necesario ningún tratamiento. En caso de tener síntomas como la acidez estomacal o reflujo ácido recurrente es posible que sea necesario tratarlo con atención médica a través de cirugía del aparato digestivo o medicamentos. Según una revisión publicada, aunque puede existir hernia hiatal sin reflujo y reflujo sin hernia, los enfermos que la padecen pueden presentar esofagitis en el 50% de los casos, y los pacientes con esofagitis tienen una prevalencia de hernia de hiato significativamente mayor que el grupo control (elsevier 2020).
La cirugía será mínimamente invasiva y estará indicada en caso de no haber respuesta al tratamiento o que la hernia sea de un tamaño considerable que condicione la protusión o abombamiento de ostras vísceras abdominales. En estos casos se utliza una técnica de laparoscopia cuyo objetivo es reparar la hernia de hiato y empujar el estómago hasta devolverlo a su lugar.
Además será fundamental realizar algunas modificaciones en nuestro estilo de vida como llevar a cabo medidas posturales e higienico-dietéticas que mejoren su estado general.
- Evitar recostarte después de comer
- No consumir tabaco
- Elevar la cabecera de la cama unos cm.
- No realizar ejercicio físico intenso.
La pauta nutricional tendrá que ser individualizada e irá dirigida a reducir el peso del paciente y tratar principalmente el reflujo gastroesofágico provocado por la hernia de hiato.
Las recomendaciones generales en estos casos serán las siguientes:
- Tener precaución con alimentos que provocan acidez estomacal, favorece el reflujo y ralentizan la digestión: grasas, salsas, condimentos, chocolate, ajo, cebolla.
- Consumir carnes y pescados poco grasos.
- Reducir el consumo de frutas cítricas.
- Minimizar el consumo de alimentos que producen gases como la col, la coliflor, el brócoli, las coles de bruselas, las alcachofas, las legumbres, y cereales integrales.
- Evitar fritos, rebozados o alimentos muy hechos a la plancha.
- Evitar consumir alimentos muy fríos o muy calientes.
- Eliminar el consumo de bebidas alcohólicas y cafeína que aumentan la secreción de ácidos gástricos en el estómago irritando la mucosa.
En cambio,
- La dieta personalizada estará basada en abundantes frutas y verduras, vigilando el consumo de algunas de ellas teniendo en cuenta las recomendaciones anteriores. Tomar la fruta madura, en compota o al horno.
- Consumiremos carnes y pescados poco grasos. Optaremos por consumir pescado blanco y carnes magras como el pollo, pavo, conejo y solomillo de cerdo.
- Elegiremos la leche y los productos lácteos desnatados como queso fresco bajo en grasa.
- Utilizaremos técnicas de cocción suaves: vapor, hervido, horno…
- Se realizarán varias comidas al día en pequeñas cantidades.
- La cena se hará 2-3 horas antes de irte a dormir.
A pesar de tener una pautas generales para este tipo de trastorno, hemos de tener en cuenta que la alimentación debe ser siempre equilibrada y personalizada ya que lo que es bueno para una persona igual no lo es para otra. Si quieres tratar alguna patología como la hernia de hiato, cambiar tu alimentación y comenzar un estilo de vida saludable no dudes en acudir a una nutricionista cualificada que te ayude en tu caso. En Corporis Sanum podemos guiarte sobre cómo llevar una alimentación antiinflamatoria adaptada a tus gustos, necesidades y estilo de vida.