higiene

Aun cuando se siguen realizando investigaciones sobre el coronavirus, hasta ahora se sabe que se transmite a través del contacto directo con gotas respiratorias (que se generan al toser o estornudar) provenientes de personas que han sido infectadas o, al estar en contacto con superficies contaminadas por el virus. Por eso es muy importante la higiene.

También se conoce que, dependiendo del material (vidrio, metal, madera, plástico, etc.), el virus puede sobrevivir por unas cuántas horas e incluso por varios días y, si en este tiempo, existe algún tipo de contacto superficial y las manos se llevan a la cara, es posible contagiarse. La buena noticia es que usando un desinfectante sencillo, podemos matar el virus y evitar el contagio.

Pero hay algo que es muy importante saber, enfermarse por COVID-19 tiene mucho que ver con el estado de tu sistema inmunológico, es por eso que la alimentación es clave. Otro de los factores de riesgo es el sobrepeso u obesidad, debido a todas las consecuencias que genera el virus, sobre todo, a nivel respiratorio o pulmonar, complicaciones que con el exceso de peso comprometen en mayor grado la salud. Te invitamos a revisar nuestros planes de tratamiento para bajar de peso, adelgazar 10 kilos o perder 20 kilos de forma saludable.

 Ahora bien, ¿Qué implica todo esto para la higiene de tu hogar? Y, específicamente, ¿Qué hacer en esas áreas del hogar más vulnerables a la contaminación?

Antes que nada, queremos aclarar que cuando hablamos de higiene no solo nos hacemos referencia a los hábitos de higiene personal, gestos como lavarse las manos constantemente durante un mínimo de 20 segundos y usar el codo o un papel desechable a la hora de toser o estornudar, son 2 conceptos que nos vienen repitiendo estos días y que ya debemos tener bastante claros.

Otras medidas de higiene son las distancias entre las personas en los sitios públicos, las medidas que se han tomado en los supermercados teniendo un aforo limitado de personas y mantener las distancias de 1 metro en las colas.

En Corporis Sanum os queremos informar que la higiene también se debe de mantener en la cocina. De normal, la cocina ya es una zona donde la limpieza y el orden son 2 factores imprescindibles para evitar contaminación entre los alimentos, hablamos sobre todo de la contaminación cruzada que es cuando el alimento cocinado entra en contacto con sustancias nocivas para la salud provenientes de los alimentos crudos.

Cómo mantener una buena higiene

A la vuelta de la compra

Para tener una buena higiene en la cocina tenemos que empezar con eliminar el gesto de poner las bolsas de la compra sobre la encimera, ya que las bolsas han estado en contacto con el suelo, el maletero del coche y seguro que en algunos lugares más que desconocemos. Debemos de colocarlas en el suelo y de ahí coger los alimentos para guardarlos en sus respectivos sitios. Si las queremos reutilizar (cosa que debemos hacer), cuando las hayamos vaciado hay que limpiarlas, si son de tela en la lavadora y si son de plástico con desinfectante.

En nuestra cocina

Hay que mantener bien limpia y desinfectada la cocina. Empezando con eliminar los restos de suciedad que pueden servir de alimento para los microorganismos. Utilizando jabón y detergente conseguimos eliminar tanto las grasas como los microorganismos. A la hora de limpiar las superficies, los pasos que tenemos que seguir es:

  • Empezar con agua templada
  • Seguido de jabón
  • Dejar un tiempo de actuación sobre la superficies
  • Retirar el producto
  • Secar bien sin dejar humedades

Cuando cocinemos, también hay que evitar el uso de material poroso como son las cucharas y las tablas de madera. En sus poros van a penetrar los microorganismos pero no nuestros productos de limpieza, por lo tanto pueden llegar a ser fácilmente un gran foco de contaminación.

Durante la manipulación y preparación de los alimentos

Aunque no existen pruebas de que pueda ocurrir contagio por el virus COVID-19 a través de los alimentos o de sus envoltorios, no se descarta que por contacto se pueda enfermar por el virus. El mayor de los riesgos proviene de establecer algún tipo de contacto cuando se compran alimentos fuera de la casa o cuando se reciben las entregas a domicilio. En este sentido, es importante prestar atención a la higiene de los alimentos cuando se manipulan.

Dentro de las precauciones que se deben tener respecto a la manipulación de los alimentos, te recomendamos que:

  • Retires los envases que sean innecesarios y deséchalos en la basura.
  • Luego de descartar los recipientes de comida, limpia y desinfecta cualquier tipo de superficie que haya estado en contacto con estos.
  • Limpies bien los enlatados. Utiliza un desinfectante antes de guardarlos, y luego, antes de abrirlos.
  • Laves a fondo y con suficiente agua corriente los productos que no vienen envasados como frutas y verduras. Se cree que hay posibilidad de que el virus permanezca en frutas y verduras que hayan tenido contacto con alguna persona infectada.
  • Antes de preparar los alimentos, debemos lavarnos las manos a fondo por unos 20 segundos. Utilizar agua y jabón.
  • Emplear una temperatura de cocción adecuada para cocer los alimentos.
  • En la medida de lo posible, mantener los productos que sean perecederos congelados o refrigerados.
  • Prestar atención a las fechas de vencimiento de los alimentos antes de consumirse, bien sea perecederos o no perecederos.
  • Eliminar los restos de comida de forma higiénica y evitar focos de acumulación de desperdicios a fin de evitar la proliferación de insectos o bacterias y prevenir enfermedades.
  • Lavarse las manos antes y después de comer siempre empleando agua y jabón y, como mínimo, durante 20 segundos.
  • Utilizar siempre utensilios de cocina y platos limpios.

Al terminar de organizar la cocina, preparar los alimentos o comer, lavar muy bien las manos con agua y jabón. Si dispones, utiliza un desinfectante a base de alcohol.

La zona de almacenamiento

En este punto queremos comentar la zona de almacenamiento, tanto la despensa como el frigorífico también debemos limpiarlo con constancia. Son las superficies donde más tiempo van a estar los alimentos.

Los frigoríficos se pueden limpiar con agua con bicarbonato. Es importante además mantener organizadas y clasificadas las zonas de almacenamiento. Por ejemplo, para evitar la proliferación de las bacterias y los malos olores, envuelve los alimentos que no tienen un envase propio como los fiambres, el queso y las comidas preparadas, estas deben estar bien tapadas. También se pueden usar recipientes de plástico con tapa y rótulo para saber qué contienen en su interior y la fecha de elaboración. Cuida el uso de bolsas de plástico porque estas tienden a acelerar el proceso de descomposición de ciertos alimentos.

Las despensas deben limpiarse a menudo. Mantener el orden y vigilar el estado de los alimentos que guardamos es lo más recomendado. Es importante no comprar alimentos que no utilizamos con regularidad, ya que cuando lo hacemos, suele ocurrir que por desuso, se descomponen generando focos de contaminación de cuidado. Debemos mantener una despensa, limpia, ordenada y renovada.

Otras superficies

La pandemia por COVID-19 ha generado mucha incertidumbre, y cada vez más hay nueva información sobre las medidas que han de tomarse para prevenir que la enfermedad siga propagándose. Así pues, aún cuando los estudios han sugerido que es poco probable contagiarse por el virus a través del contacto con superficies, no se descarta tener ciertas precauciones. Se sugiere limpiar y desinfectar de forma regular las superficies de mayor contacto como encimeras, picaportes, mesas, inodoros, interruptores de luz, manijas de lavabos, grifos y fregaderos.

Además de lavarse las manos, usar mascarilla y mantener el distanciamiento social…

Tal como lo hemos dicho, además de lo que ya conocemos como lavar regularmente las manos, usar el tapabocas y mantener el distanciamiento, es importante considerar otros tipos de higiene en pandemia a los que se debe dar prioridad:

  • Higiene bucal. Mantener una higiene bucal apropiada depende de cepillarse los dientes después de cada comida, usar hilo dental y cambiar el cepillo de dientes de forma regular, especialmente, luego de haber trascendido por una enfermedad de tipo viral. Además, no se deben compartir los recipientes en los que se almacena o se guardan los cepillos de dientes de las personas que viven en una misma casa. La idea es evitar que se genere transferencia cruzada de elementos entre los cepillos.
  • Higiene mental. En tiempos de pandemia la higiene mental y personal es el concepto clave. Mantenerse en confinamiento y distanciarse socialmente ha generado estragos a nivel mental. La recomendación es mantener el contacto con amigos y familiares vía online o telefónica.
  • Higiene corporal. La pandemia mundial también ha impactado en la salud corporal. Muchas personas han ganado peso durante este tiempo como producto del descenso en actividad y baja laboral. Es importante buscar alternativas para hacer ejercicios y mantenerse activo u ocupado. Hay que prestar especial atención al cuidado del cuerpo humano ya que la inactividad física o desatención puede generar efectos nocivos para la salud general.
  • Uso de agua potable. Aun cuando no se ha detectado el virus responsable del COVID-19 en el agua potable, usar agua potable es parte de las medidas que no debemos descuidar. Muchos centros de tratamiento de agua llevan a cabo procesos para desinfectar y filtrar el agua antes de que se lleve a tu casa.

Y, por supuesto la higiene pública, a través de la cual nos hacemos consciente de las medidas que debemos tener para no contagiarnos y cuidarnos los unos a los otros mientras estamos en espacios públicos en contacto (indirecto o directo) con otras personas o superficies.

Nadie esta libre de ser contagiado por COVID-19 pero si hacemos énfasis en mantener rutinas de higiene, podemos conservar la salud y evitar, a gran escala, los riesgos de enfermar por coronavirus.

Espero que esta información os sirva de ayuda para prevenir el contagio y seguir con un buen estado de salud.

 

higiene
Soy diestista-nutricionista por la Universidad de Alicante. Me baso en ayudar a cambiar el estilo de vida de las personas para conseguir mejorar su salud física y mental. Ya que un cambio de habitos hace sentirte mejor contigo mismo y ganar confianza en tu día a día. Siempre trabajo desde la educación nutricional para lograr los objetivos personales sin esfuerzo.