La obesidad infantil es un problema grave del siglo XXI que afecta cada vez a más niños de nuestro país, es así que este padecimiento puede llevar a que niños y adolescentes comiencen a padecer de problemas serios como diabetes, colesterol alto, presión arterial, entre otras problemáticas que suelen ser más comunes entre las personas adultas.
Asimismo, esta enfermedad también puede conducir a problemas metabólicos y endocrinos en la edad adulta, por eso su prevención y tratamiento son fundamentales durante esa etapa de la vida. Es así que parte integral del tratamiento de esta afección incluye el acompañamiento de profesionales que puedan ayudar a establecer dietas para adelgazar que tomen en cuenta las necesidades específicas de cada uno de los niños o adolescentes.
No hay duda de que las consecuencias de la obesidad infantil pueden llegar a ser bastante serias y pueden afectar la calidad de vida de quienes la padecen, ya que no solo afecta la salud del organismo, sino que también puede llegar a afectar la autoestima de las personas. Por esta razón es que se considera vital que este padecimiento comience a tratarse lo antes posible, siempre acompañado de la mano de profesionales que brinden la orientación adecuada.
De esta manera un plan para combatir esta problemática suele incluir mejoras en la alimentación y hábitos de ejercicio o deporte. Además, es importante que toda la familia se involucre, de forma que los nuevos hábitos se adquieran más fácilmente y se cuente con el apoyo del resto de la familia.
Las causas de la obesidad infantil
La principal causa de la obesidad infantil suele estar asociada a un estilo de vida poco sano, ya que actualmente hay un muy fácil acceso a comidas sumamente procesadas y que aportan pocos nutrientes al organismo. Además, la obesidad infantil también suele vincularse con el consumo preferente de alimentos demasiado calóricos pero que aportan pocos minerales, vitaminas y nutrientes. Otros factores que suelen influir en el desarrollo de la obesidad infantil es la vida sedentaria que predomina actualmente, es por ello que el deporte es un aliado contra este tipo de problemáticas.
Por otra parte, la genética también contribuye al 20-40% de probabilidades de padecer sobrepeso, mientras que los factores dietéticos y los hábitos de vida son la principal causa de obesidad.
Los factores dietéticos que se encuentran relacionados con la obesidad infantil son principalmente los siguientes:
- El consumo de comida rápida, muchas familias escogen este tipo de comidas por estar entre las opciones preferidas por los hijos. Además suelen ser opciones más baratas que el resto de alternativas gastronómicas.
- El consumo de bebidas azucaradas, en este grupo se encuentran tanto los zumos como las bebidas gasificadas y los refrescos.
- Meriendas a base de productos ultra-procesados como las patatas fritas, dulces y bollería industrial.
- El consumo de porciones más grandes de lo necesario junto con el consumo de alimentos muy calóricos y poco nutritivos.
- Un estilo de vida sedentario, ya que actualmente los niños pasan más tiempo sentados que realizando actividades físicas.
- Utilizar los alimentos como una recompensa fomenta una mala relación con la comida y puede aumentar el riesgo de desarrollar obesidad. Por ello es importante que se trabaje en el desarrollo de buenos hábitos alimenticios que propicien una relación positiva con la comida.
- Los alimentos que se consumen en el entorno familiar. Los hábitos alimentarios y las preferencias de los padres son una imagen de los hábitos de sus hijos, ya que los niños suelen imitar el comportamiento de los padres, por ello es tan importante la participación activa de la familia cuando se desean cambiar los hábitos alimenticios.
Las consecuencias
La obesidad infantil es una problemática bastante seria que tienen un fuerte efecto negativo en la salud y bienestar del niño. Además de los problemas de salud asociados al sobrepeso y a la obesidad, este padecimiento puede tener consecuencias relacionadas con otros elementos, entre ellos se puede mencionar una disminución en la autoestima, un notable descenso en el rendimiento académico y de la calidad de vida en general.
Asimismo, las complicaciones vinculadas con la obesidad infantil pueden llegar a incluir otros padecimientos como la diabetes tipo 2, presión arterial elevada, colesterol alto, dolor articular que suele deberse al exceso de peso que deben soportar algunas articulaciones. También pueden surgir otras complicaciones como problemas respiratorios o problemas en el hígado.
Consejos para tratar la obesidad infantil
El tratamiento está sustentado por tres pilares básicos: la alimentación, el ejercicio físico y la motivación. Las recomendaciones dietéticas dirigidas a este grupo son:
- Desayunar todos los días y realizar un almuerzo de media mañana, ya que esto aporta energía durante el día y aumenta el rendimiento académico.
- Realizar un mínimo de 4 comidas diarias para evitar la sobre-ingesta y picoteos entre horas.
- Variar lo más posible los alimentos de cada grupo de ingredientes y cuidar la presentación para hacerlos atractivos. Por ello es también relevante planificar los menús de las comidas, para asegurar la diversidad de alimentos y hacer que la preparación sea más simple.
- Elegir alimentos ricos en fibra como cereales integrales, frutas y verduras de temporada.
- No consumir carne más de 3 veces por semana, elegir mejor las magras y eliminar la grasa visible antes de su cocinado.
- Comer pescado 2-3 veces por semana.
- Disminuir el tamaño de las raciones.
- Utilizar técnicas culinarias variadas que aporten menos grasa (vapor, estofado, plancha, asado…) y evitar las frituras, empanados, rebozados…
- Evitar el uso de pastillas de caldo y platos precocinados ya que suelen aportar menos nutrientes al organismo.
- Utilizar especias para cocinar y disminuir la cantidad de aceite, sal y azúcar. Las especias y las hierbas aromáticas pueden ser grandes aliados para darle un delicioso sabor a los alimentos sin que pierdan el aporte de nutrientes.
- Utilizar aceite de oliva tanto para cocinar como para aliñar platos en crudo, ya que este aceite suele ayudar a aumentar los niveles de colesterol bueno (HDL) y disminuir los niveles de colesterol malo (LDL) y también puede ayudar a controlar la presión arterial.
Por ello, la alimentación que trabajamos desde Corpori Sanum es apta para toda la familia, ya que nos basamos en alimentos naturales con dietas para bajar de peso, donde las verduras y las hortalizas están presentes en todas las comidas principales. Además, nuestro plan de alimentación personalizado busca adaptarse a las necesidades de tu familia, de forma que puedas contar con una guía nutricional efectiva y recetas prácticas para que puedas preparar comidas deliciosas y cargadas de nutrientes.
Por último también queremos incluir algunos consejos que también pueden ayudar a combatir la obesidad infantil:
- Involucra a toda la familia, ya que la mejor forma de establecer buenos hábitos (alimenticios o de actividad física) es con la participación de los integrantes de la familia, esto a ayudará a mantener la motivación y todos podrán beneficiarse de consumir alimentos balanceados y del deporte.
- Respecto al deporte, pueden escoger algo que tus hijos disfruten y que los mantenga animados y motivados a continuar practicándolo. Por ello es buena idea buscar actividades atractivas y que sean acordes con las posibilidades de los niños.
- Vigila el tiempo que los niños pasan frente al televisor o jugando videojuegos.
- Dormir bien, un aspecto que se suele dejar de lado son los hábitos de sueño, sin embargo dormir bien es sustancial como parte del establecimiento de rutinas saludables.
- Mantén en tu despensa alimentos saludables, algunas opciones pueden incluir frutas que aporten fibra, vitaminas y minerales o también yogurt bajo en grasa.
- Planifica actividades de ocio durante los fines de semana que incluyan un poco de actividad física.
Cambia los hábitos de vida en casa y regálale salud a tus hijos.