nutrición y salud mental

La alimentación es uno de los factores que más influyen en nuestra salud mental, seguro que tú mismo has podido comprobarlo cuando has llevado una temporada donde la alimentación es totalmente descontrolada y tu estado de ánimo se va a pique junto con tu físico. O si en alguna ocasión has realizado una dieta estricta o si los has intentado mediante una dieta saludable para bajar de peso, en este segundo ejemplo también habrás podido comprobar cómo afecta a tu estado de ánimo y por lo tanto a tu salud mental. Recuerda que lo primordial es que la dieta sea personalizada.

La nutrición es posiblemente el factor ambiental que puede determinar una amplia gama de efectos sobre el desarrollo cerebral, ya que los nutrientes pueden influir sobre las macroestructuras, las microestructuras cerebrales y la función de neurotransmisores que también contribuyen al desarrollo neural, como los mecanismo de reparación que a lo largo de la vida están ciertamente influenciados por factores nutricionales de la ingesta adecuada de nutrientes esenciales, vitaminas y minerales. 

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El cerebro es un órgano que cumple funciones metabólicas importantes y los nutrientes implicados tiene un papel importante en su desarrollo, el cual influye en todas las etapas del ciclo vital del ser humano, de tal manera que el sistema nervioso central es más vulnerable a la influencia nutricional en aquellos periodos donde el crecimiento, desarrollo y plasticidad son más intensos. 

nutricionista La Relación entre la Nutrición y la Salud Mental

¿Qué es la salud mental?

Antes de entrar en materia, debemos de tener claro que se considera salud mental. Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.

Es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos. La salud mental es, además, un derecho fundamental. Y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico.

Así pues, la salud mental es más que la mera ausencia de trastornos mentales. Se da en un proceso complejo, que cada persona experimenta de una manera diferente, con diversos grados de dificultad y angustia y resultados sociales y clínicos que pueden ser muy diferentes. 

Las acciones de salud mental comprenden trastornos mentales y discapacidades psicosociales, así como otros estados mentales asociados a un alto grado de angustia, discapacidad funcional o riesgo de conducta autolesiva. Las personas que las padecen son más propensas a experimentar niveles más bajos de bienestar mental, aunque no siempre es necesariamente así.

Nuestro cerebro utiliza sobre el 20% de la glucosa de la sangre arterial para el adecuado suministro de energía. Además, el 20% de la grasa en nuestro cerebro está constituida por ácidos grasos esenciales, entre los cuales destacan los ácidos grasos omega 3, omega 6, la vitamina D, el complejo B, el yodo, el hierro y los probióticos. Todos estos nutrientes son indispensables, los cuales son obtenidos de la dieta y que cumplen una función esencial en la formación de membranas neuronales y en el desarrollo cerebral.

También se conoce que las terminaciones nerviosas contienen la mayor cantidad de vitamina C en el cuerpo. Por lo tanto el cerebro humano tiene una exigencia energética alta y constante, por lo que un buen estado nutricional es importante y clave para la salud mental, es decir, si la calidad de los alimentos que ingerimos es baja esto podría contribuir al desarrollo de alguna patología mental, como por ejemplo la depresión y la ansiedad. 

Nuestro estilo de vida actual:

Actualmente se están produciendo cambios en el estilo de vida de la población que favorecen el aumento como la obesidad, la diabetes, algunos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y mentales. Esto se debe, por ejemplo, a la ingesta inadecuada de productos ultraprocesados, son dietas altas en azúcares refinados y grasas de mala calidad, lo cual provoca una desregulación o desequilibrio del metabolismo lipídico y glucídico.

Para evitar caer por ejemplo en las comidas preparadas o precocinadas, es imprescindible planificar la alimentación. También influye el tabaquismo, el alcohol, el sedentarismo y la calidad de nuestro sueño.

Así que una alimentación adecuada puede ayudar a mejorar la salud mental y el bienestar general, por eso influye en el envejecimiento y también ayuda a disminuir o mitigar los trastornos mentales que se pueden presentar en las personas, ya que la ingesta de alimentos saludables podría disminuir los factores de riesgo de estas patologías, afectando positivamente la composición química del cerebro y el estado anímico. 

El apoyo alimentario, nutricional y metabólico puede contribuir a mejorar la estructura y función biológica de la célula neural y la atención integrada de las personas, una buena fuente de nutrientes que ayudan a mantener un equilibrio adecuado de los neurotransmisores, como la serotonina, que influye en el estado de ánimo. 

Consejos para mejorar tu salud con la nutrición y salud mental

Así que estos son los consejos que te doy para que mejorando un poco tus pautas alimentarias, te encuentras mejora tanto física como psíquicamente:

  1. Cena temprano y ligera: La cena ideal es rica en verduras y grasas saludables, además de intentar hacerlo todavía con el Sol fuera, aproximadamente sobre las 7 de la tarde en invierno y sobre las 8 en verano.
  2. Introduce verduras en tus comidas principales: Para mejorar la salud se recomienda que el 50% del plato se compone de verduras, ya sean crudas a modo de ensalada o cocidas.
  3. Evita los dulces procesados como la bollería industrial, galletas y helados: Todo este tipo de productos son perjudiciales por su exceso de azúcar, por su contenido en grasas de muy baja calidad y por su harinas refinadas.
  4. Aumenta el consumo de grasas saludables: Este tipo de grasas las puedes encontrar en alimentos como el huevo, pescado azul, frutos secos, semillas y aceite de oliva virgen extra.
  5. incluye alimentos ricos en probióticos: en este grupo de alimentos encontramos el vinagre de manzana sin pasteurizar, el miso, el tamari, el chucrut fresco, el kéfir y el té kombucha
  6. Come todos los días alimentos ricos en fibra: La importancia de consumir fibra a diario es porque es la manera de alimentar a las bacterias intestinales y garantizar un correcto funcionamiento del tránsito intestinal. Para ello debes de tomar hortalizas, verduras, patatas cocidas y semillas como el lino o la chía.

para qué es buena la fibra

Además de estos consejos generales sobre las pautas alimentarias, también debes de realizar ejercicio de manera constante varios días a la semana ya que es bueno caminar o realizar el deporte que te guste , disminuir el alcohol y el tabaco en caso de que seas consumidor, e intentar dormir 7-8 horas al día.

De todas formas debes de tener en cuenta que ningún nutriente o plan de alimentación por sí solo puede curar la depresión u otra afección en cuanto a la salud mental, pero una buena nutrición sí que es parte esencial en el bienestar mental y en la terapia médica. 

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