Hoy, os contaremos el caso de éxito de Juana, una persona que no solo ha conseguido perder 18 kg durante 6 meses, sino que ha transformado su día a día y ha conseguido un bienestar emocional el cual no sabía que podría experienciar.
Cuando Juana conoció Corporis Sanum, no buscaba perder peso ni prepararse para una maratón. Estaba pasando por un momento complicado: ansiedad, falta de energía y problemas para dormir.

El principio del cambio - claves del éxito de Juana
Hablamos sobre cómo eran sus días. Comía de forma muy irregular: algunos días no probaba bocado hasta las tres de la tarde, y otros solo picoteaba o pedía comida rápida. No se trataba de “malas” decisiones, sino de pura supervivencia. Cuando tu salud mental se tambalea, cosas como cocinar, planificar o incluso acordarte de comer pueden parecer tareas imposibles. Le recordé: no eres vaga, estás saturada.
Con esta información, elaboramos el plan personalizado para Juana, basado en nuestro método antiinflamatorio, junto a una serie de alimentos e ingredientes claves en una dieta para reducir la ansiedad, y tratando de ajustarlo a su día a día.
Así que fuimos a lo básico. ¿El primer objetivo? Hacer tres comidas al día, sin complicaciones. Si eso significaba un bol de cereales con un plátano para desayunar, perfecto. También incluimos algunos alimentos beneficiosos para el estado de ánimo: ricos en vitaminas del grupo B, magnesio y omega 3. Huevos, avena, salmón, verduras de hoja verde, frutos secos. No porque fueran mágicos, sino porque pueden ayudar al cerebro cuando está bajo presión.
Con el tiempo, fuimos construyendo pequeños hábitos. Un vaso de agua al despertar. Una comida con algo de proteína y color. Un tentempié por la noche que ayudara a relajarse: yogur con frutas o tostada con crema de cacahuete. Nada perfecto. Solo cosas sencillas y constantes que le daban estructura al día.
Poco tiempo después, Juana se sentía mucho mejor. Seguía teniendo días difíciles, pero se sentía segura y que tenía control: Ya no estaba a la deriva. Me dijo que la comida no era la solución, pero sí una herramienta. Y tener una parte del día en la que podía confiar le daba fuerza para afrontar el resto.

Conclusiones y resultados
Notablemente, una de las claves del caso de éxito de Juana es que empezó a salir a caminar. Dormía un poco mejor. No se sentía “curada”, pero sí más conectada con su cuerpo. Comer dejó de ser una carga y se convirtió en una forma de cuidarse. Dejó de perseguir la idea de estar perfectamente sana y empezó a centrarse en estar acompañada y sostenida.
Historias como la de Juana me recuerdan que la nutrición no siempre va de transformaciones. A veces, simplemente va de estabilizarse.
De asegurarse de que hay algo de combustible en el depósito cuando la vida se complica. Y ese tipo de apoyo es tan valioso como cualquier cambio físico.
¿Qué cambio te espera a tí? Averígualo consultando nuestros planes .