A continuación os hablaremos del caso de éxito de Sofía, en el que consiguió perder un total de 11 kg en el periodo de 4 meses. Sin embargo, en esta historia, los números no son importantes, ya que la experiencia y el cambió por el que pasó son las cosas que nos tienen que impresionar.
Cuando Sofía conoció Corporis Sanum, se encontraba inquieta por su relación con la comida, estaba cansada de estar pendiente de ella. A lo largo de su vida, Sofía ha estado preocupada por los alimentos que comía. No estaba particularmente preocpada por su peso o su salud, su principal foco de atención estaba en la sensación de estar en un conflicto con lo que comía. A lo largo de su vida, se había encontrado en fases de contar calorías, comer «limpio» evitando alimentos considerados como malos y haciendo dietas severas y restrictivas. Que poco después se sucederían de otras fases en las que comería sin control tras desmoronarse emocionalmente. Después de esto, se veía abrumada por un sentimiento de culpa que la llevaría a volver empezar este ciclo.
El principio del cambio
Desde el inicio, tratamos de ayudar a Sofía a tomar otra perspectiva, con el objetivo de hacerle cambiar su punto de vista y su relación con la comida, a dejar de verla como un enemigo o elemento con el cual castigarse. El primer paso, fué analizar y revisar su rutina, con la finalidad de ver el lugar que ocupaba la comida a diario.
Esto nos llevó a ver que, como en muchos casos, la comida no tenía que ver con el hambre, sino con la ansiedad y la autoexigencia que la acompañan en su día a día.
Este descubrimiento nos llevó a incorporar nuestro método de una forma distinta, en la que le proporcionábamos a Sofía regularidad, flexibilidad y variedad en las comidas, sin ningún tipo de prohibiciones.
También le ofrecimos herramientas simples para obsevar las situaciones que le creaban la necesidad de comer, en base a la ansiedad, estrés o autoexigencia para ayudarla a evitar su reacción automática. A las pocas semanas, dejó de clasificar alimentos en lo buenos o malos que podían ser, y en vez de compensar o castigarse a ella misma, comenzó a preguntarse qué necesitaba realmente. Un gran paso en este proceso fué identificar como se sentía después de comer.
Los resultados del cambio Sofía
Tras un total de 4 meses, Sofía tiene una relación sana con la comida, y lleva tiempo sin usar una balanza por decisión propia. Está planificando sus comidas de una forma más intencional, y no se castiga cuando algo no sale como ella esperaba.
Durante su proceso con Corporis Sanum, Sofía cambió su forma de alimentarse, la forma en la que se habla y su relación con la comida. Esta historia claramente muestra que el bienestar aparece cuando dejamos de centrarnos en la perfección y que, en muchas ocasiones, los cambios no se pueden medir con números.
