A continuación os contaremos el caso de éxito de Leah, en esta historia de superación y autocompasión, podremos entender su perspectiva durante su impresionante proceso de cambio en el que consiguió perder un total de 12 kilos a lo largo de 5 meses, además de aprender a conocerse a ella misma.
Esta es Leah, una diseñadora gráfica de 31 años, como otros muchos diseñadores gráficos,su trabajo la mantenía pegada al ordenador durante muchas horas, y a menudo con plazos muy ajustados.
Este tipo de trabajos suele tener períodos intensos de trabajo bastante asiduamente, y, en muchos de ellos, se encontraba picando dulces y golosinas para mantener la energía. Con el tiempo, se dio cuenta de que ese hábito estaba afectando a su salud, su nivel de energía y su cuerpo.
En una de nuestras video-consultas, Leah admitió que al hacer esto, se sentía agotada y le faltaba la energía para disfrutar de sus tardes o fines de semana.
Dijo que quería cambiar, pero le preocupaba tener que renunciar a los caprichos que le gustaban o cambiar completamente su estilo de vida, lo que le parecía abrumador. En lugar de eso, nos centramos en establecer metas pequeñas y manejables para crear un equilibrio sin sentir que se privaba de nada. Para poder dirigir este cambio, tuvimos en cuenta sus preferencias y ajustamos nuestro método para poder crear un plan personalizado adaptado a Leah.
Los primeros pasos hacia el cambio
Leah comentó que uno de los primeros cambios fue sustituir los snacks azucarados por fruta fresca.
También se propuso hacer pequeñas pausas durante la jornada para estirarse y caminar alrededor de la manzana, lo que le ayudó a despejar la mente y recargar energías.
Leah recordó cómo empezó a preparar la comida los fines de semana para tener opciones saludables listas durante la semana. Esta sencilla rutina le quitó la tentación de coger snacks poco saludables cuando estaba ocupada o estresada.
Descubrió que planificar con antelación le daba más control sobre lo que comía y no sentía que estuviera a dieta, sino
simplemente haciendo elecciones más inteligentes. Leah dijo que la constancia de estos pequeños pasos le ayudó a mantenerse motivada.
Tras unos 5 meses, Leah informó que había perdido 12 kilos. Pero lo más importante, dijo que se sentía con más energía y menos dependiente de los dulces para afrontar su jornada laboral. Leah enfatizó que no tuvo que renunciar completamente a sus caprichos favoritos, sino que aprendió a disfrutarlos con menos frecuencia y de forma más consciente. Esta nueva relación con la comida hizo que el proceso fuera sostenible y agradable.
Leah también comentó que su estado de ánimo y concentración mejoraron al sentirse mejor físicamente.
Dijo: “Hacer esas pequeñas pausas para moverme durante el trabajo fue un antes y un después para mí, no solo para el cuerpo, sino también para la creatividad”. Se dio cuenta de que alejarse de la pantalla ayudaba a reducir la fatiga mental, permitiéndole volver a sus proyectos con ideas frescas y renovada energía.
Reflexionó que la mayor lección que aprendió fue que el equilibrio, no la perfección, era la clave. Leah señaló que no se trataba de restringirse ni castigar el cuerpo, sino de escuchar lo que necesitaba y responder con amabilidad. Este cambio de mentalidad le ayudó a mantener hábitos más saludables sin sentirse abrumada o desanimada.
Los resultados del cambio de Leah
Al final, Leah se sentía orgullosa por lo que había conseguido, tanto física como mentalmente. Dijo que encontrar el equilibrio en su alimentación y rutina diaria no solo le ayudó a perder peso, sino que transformó su forma de afrontar el trabajo y la vida.
Se sentía preparada para mantener estos hábitos a largo plazo, sabiendo que apoyaban su bienestar y felicidad.