Hoy nos vamos directitas a Francia, pero sin billete de avión ni maleta. Solo necesitas una sartén y muchas ganas de comer rico porque esta Ratatouille o pisto francés es una fantasía de verduras que huele a Provenza y sabe a gloria.
¿Qué tiene de especial el ratatouille o pisto francés?
Lo tiene todo. Es colorida, jugosa, reconfortante y queda tan bonita en el plato que parece sacada de una peli (sí, esa peli donde cocina un ratón gourmet).
Además, está hecha solo con ingredientes frescos, así que no hay trampa ni cartón. ¡Solo verduras que se quieren y se cuecen lento!
¿Para quién va bien?
Para ti, para tu madre, para esa amiga que dice que no sabe cocinar, o para ese día en el que quieres algo ligero, pero con saborazo.
Funciona como primer plato, como guarnición, o incluso como base de un plato más completo. ¡Versatilidad al poder!
¿Encaja con la dieta antiinflamatoria?
¡Mais oui! La Ratatouille o pisto francés es un guiso que respeta tu cuerpo y tu digestión. Verduras de temporada, aceite de oliva virgen extra y cero procesados.
Ideal para llevar una vida saludable, sin renunciar al placer de comer como reinas.
Así que ya sabes, ponte el delantal, dale al play y vente conmigo a preparar esta Ratatouille o pisto francés que lo mismo te sirve para una cena de diario que para presumir de chef en una comida con invitados.
Bon appétit… ¡y que viva la verdura con glamour!