Vale, lo confieso… esta receta me hace salivar solo con pronunciar su nombre: Fideuá de sepia y gambas. Pero tranqui, que aunque suene a restaurante con mantel de lino y vistas al mar, te prometo que la puedes preparar en casa sin convertir tu cocina en un puerto pesquero.
¿Qué tiene de especial la fideua de sepia y gambas?
Pues que es una versión ligera y sabrosísima de un clásico valenciano, ideal para quienes buscamos cuidarnos sin renunciar al sabor. Usamos fideos finitos, sepia bien tierna y gambitas que te guiñan el ojo desde la sartén. Todo con un sofrito potente, pero sin pasarnos de aceite ni de procesados.
¿Encaja con una dieta antiinflamatoria?
¡Por supuesto! La sepia y las gambas son proteínas magras, los ingredientes naturales y el sofrito casero hacen que esta receta sea amiga de tu barriga y tu bienestar. Nada de salsas industriales ni fritangas sospechosas.
¿Cuándo la preparo?
Perfecta para un domingo familiar, una comida con amigos o simplemente para darte un homenaje en versión saludable. Y si sobra… ¡mejor! Porque al día siguiente está aún más rica (y eso lo sabe todo el mundo).
Dale al play, ponte el delantal y prepárate para sacar aplausos con esta fideuá de sepia y gambas que no tiene nada que envidiarle a la de la abuela (bueno, quizás solo el delantal de flores).