¿Quién dijo que las ensaladas son aburridas? Hoy te traigo una combinación que lo tiene TODO: rúcula fresca, calabaza asada, remolacha y queso feta. Una explosión de color, sabor y textura que te hará replantearte lo que sabes sobre comer verde. Y lo mejor es que no hace falta complicarse: ingredientes sencillos, resultado de restaurante top.
Yo siempre digo que comer saludable no tiene por qué ser monótono. Esta ensalada es el ejemplo perfecto de cómo puedes nutrir tu cuerpo mientras mimas a tu paladar. El dulzor de la calabaza, el toque terroso de la remolacha y el salado del feta… ¡una fiesta en cada bocado!
Así que ya sabes: atrévete a darle una vuelta a tus platos de siempre y descubre cómo lo simple puede ser extraordinario. Y un extra: la remolacha es rica en antioxidantes y la rúcula… ¡puro rock vegetal!