Cocer arroz parece fácil, pero conseguir que quede en su punto perfecto tiene su truco. ¡No te preocupes! Aquí te cuento la forma más sencilla para que siempre te salga suelto y delicioso.
Lo primero es elegir el tipo de arroz, porque cada uno tiene su tiempo y cantidad de agua. Para un arroz blanco clásico, la proporción ideal es una parte de arroz por dos de agua. Lleva el agua a ebullición con una pizca de sal, añade el arroz, remueve una vez y deja que hierva a fuego medio-bajo sin tapar.
Cuando el agua se haya absorbido casi por completo, tapa la olla, apaga el fuego y deja reposar 5 minutos. Este paso es clave para que los granos terminen de cocinarse sin pasarse.
¡Y listo! Un arroz perfecto para acompañar cualquier plato. Ahora solo queda disfrutarlo en tu receta favorita.