¿A quién no le gustan unas buenas patatas crujientes? Hoy te traigo una receta infalible de patatas al horno crujientes que va a hacer que olvides las fritas de bolsa para siempre. Yo las preparo cuando quiero algo fácil, sabroso y con ese toque dorado irresistible que hace que todos repitan.
Lo mejor es que no necesitas freírlas ni complicarte la vida: el horno hace la magia y tú solo tienes que disfrutar del olor que va saliendo mientras se doran. Perfectas para acompañar carnes, pescados o simplemente para darte un capricho con una buena salsa casera.
Y si quieres rizar el rizo, prueba a añadir tus especias favoritas: romero, pimentón, ajo en polvo… ¡El resultado es de escándalo!
Anímate a prepararlas, que esta receta es tan simple como deliciosa. Crujientes por fuera, tiernas por dentro… ¡y siempre un éxito en la mesa!