En Corporis Sanum, nos especializamos en dietas saludables y antiinflamatorias que han cambiado la vida de muchas personas. Hoy queremos compartir el caso de éxito de Aitana que ha sido impresionante, en el que logró perder 5 kg, una transformación radical en menos de un mes y medio gracias a nuestro enfoque nutricional.
Cuando Aitana conoció Corporissanum se encontraba de lleno en el segundo semestre de su tercer año de la universidad
Entre el estrés de las clases, la presión social y las noches de estudio que solían acabar con patatas fritas o comida a domicilio,
notaba que había engordado casi 10 kilos en menos de dos años. La ropa ya no le quedaba igual, evitaba hacerse fotos y decía que se sentía invisible—o peor, juzgada. Ya no se sentía ella misma.
Ella pensaba que lo que necesitaba era un cambio estricto, sin embargo, esto no podría alejarse de la realidad. Una vez realizó el test nutricional, tratamos de analizar su situación para poder aplicar el método Corporis de la forma más efectiva.

Vehículos para el cambio:
No empezamos contando calorías ni con reglas estrictas. Empezamos mirando su rutina y buscando momentos que pudiera recuperar para sí misma.
No tenía horarios regulares para comer: a veces se saltaba el desayuno y la comida, y luego por la noche comía en exceso.
Así que nos centramos en volver a un ritmo más equilibrado: un desayuno saciante que pudiera preparar en cinco minutos,
comidas fáciles para llevar a clase y tentempiés que no salieran de la máquina expendedora. Le sorprendió lo mucho mejor que se sentía solo con eso.
No solo notó cambios a través de una alimentación saludable .La parte emocional era igual de importante. Aitana había vinculado su autoestima al número de la báscula, y eso le estaba afectando más de lo que creía.
Trabajamos en eso, poco a poco. Empezó a escribir un diario, a marcarse metas semanales y a escucharse más, no solo en lo que comía, sino en cómo se sentía.
También descubrió que moverse no tenía que ser un castigo.
Una amiga la llevó un día a una clase de cardio con baile… y le encantó. Aquello se convirtió en su forma favorita de liberar estrés.
Los frutos del esfuerzo
En tan solo un més, Aitana perdió 5 kilos, pero ella misma dice que el número fue lo menos importante.
Volvió a ponerse ropa que antes evitaba. Se sentía segura al participar en clase. Había recuperado su energía, y también su sonrisa.
El cambio más grande fue cómo se trataba a sí misma: con amabilidad, paciencia y orgullo.
Ahora Aitana está terminando su último año de carrera, sigue bailando dos veces por semana, sigue disfrutando de la comida sin culpa,
y sigue cuidándose. Pudimos observar que ella dejó de pensar en que tenía que arreglar su cuerpo, y empezó a querer cuidarlo. Y ese cambio… ese es el verdadero logro.
¿Qué cambio te estará esperando a tí? ¡Averígualo!